¿Colusores por naturaleza?: sobre cómo el behavioral antitrust puede ayudar a disuadir la cartelización de los mercados
Resumen
La persecución de los cárteles se basa en las premisas de la Economía neoclásica sobre el comportamiento humano. Esto puede verse no sólo en la definición común de racionalidad (la cual asume que las empresas son maximizadoras de beneficios, capaces de realizar un análisis de costo-beneficio para calcular la utilidad esperada de la conducta dada la probabilidad de detección y sanción), sino también en las estrategias desarrolladas por las autoridades para luchar contra los cárteles. Las autoridades buscan a menudo el nivel óptimo de sanciones considerando que la violación daña a terceros. También buscan una disuasión general de cárteles en lugar de una disuasión específica.
Estableciendo una multa "óptima", la teoría neoclásica predice que también habrá un nivel óptimo de cartelización en el mercado. Sin embargo, vemos que cada año las multas y las sentencias sancionatorlas aumentan, y a pesar de los esfuerzos de la autoridad (a través de programas de demencia, por ejemplo), está aumentando el número de acuerdos ¡legales, así como también son cada vez más sofisticados.
Teniendo en cuenta estos obvios problemas de aplicación, la Economía Conductual y la Psicología se destacan como los aliados futuros de las autoridades para la persecución de los cárteles. Si las autoridades pueden anticipar que la manera en que los Individuos decidirán, sus emociones y prejuicios, ellos serán capaces de reconocer, en cada mercado, las estrategias más efectivas para detener las conductas ¡legales y prevenir los efectos que puedan afectar el bienestar de los consumidores.