Impacto del COVID-19 en el empleo y las
transiciones a la formalidad laboral en el Perú
Julio Cesar Pérez Coaguila
https://orcid.org/0009-0003-5170-6724
Organización Internacional del Trabajo, Lima, Perú
perez@ilo.com
Recibido: 15 de diciembre del 2023 / Aceptado: 1 de abril del 2024
doi: https://doi.org/10.26439/ddee2025.n6.6847
RESUMEN. En el presente estudio se analizó el impacto de la pandemia del COVID-19 en el mercado laboral peruano desde la perspectiva de la formalidad laboral, con énfasis en las transiciones laborales, mediante el uso de matrices de transición. Para ello, se utilizó datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). Los resultados indicaron que la recuperación del empleo estuvo liderada por avances en la informalidad laboral que, a su vez, estuvo guiada por el dinamismo de la oferta de trabajo. Parte significativa del aumento del empleo informal obedeció a cambios intrasectoriales y solo el 45 % del aumento de la informalidad laboral fue explicado por las recomposiciones intersectoriales. No se generaron transiciones significativas del empleo formal hacia la informalidad; por el contrario, se transitó hacia la inactividad, desocupación e inestabilidad (principalmente en el caso de las mujeres), con elevados flujos de salida del empleo y recuperación hacia la informalidad.
PALABRAS CLAVE: COVID-19 / empleo informal / mercado de trabajo / desigualdad
IMPACT OF COVID-19 ON EMPLOYMENT AND TRANSITIONS TO LABOUR
FORMALITY IN PERU
ABSTRACT. This study analyses the Peruvian labour market from the perspective of labour formality, with an emphasis on labour transitions through the use of transition matrices. Data from the Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) were used. The results indicate that the recovery in employment was led by gains in labour informality, which was led by the dynamism of labour supply. A significant part of the increase in informal employment was due to intra-sectoral changes and only 45% of the increase in labour informality was explained by inter-sectoral shifts. There were no significant transitions from formal employment to informality; on the contrary, there were transitions towards inactivity, unemployment, and instability (mainly for women), with high outflows from employment and recovery into informality.
KEYWORDS: COVID-19 / informal employment / labour market / inequality
Códigos JEL: JO1, JO2, E26
1. INTRODUCCIÓN
1.1 Recuperación del empleo liderada por la informalidad laboral
En el 2020, la población ocupada de Perú se redujo en 2,2 millones de personas debido al confinamiento social y productivo generado por la pandemia de COVID-19. Un año después, en el 2021, el empleo aumentó en 2,2 millones de personas ocupadas, con lo cual, prácticamente, se había recuperado la cantidad total de la población ocupada perdida (Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022). Sin embargo, la caída y recuperación del empleo no ha sido homogénea (véase la Figura 1). En el periodo más crítico para el mercado laboral (el segundo trimestre del 2020), el empleo formal se desplomó en 38,6 %, más rápido que la caída del empleo informal (-33,4 %), pero su recuperación fue más lenta si se compara con el crecimiento sostenido de las ocupaciones informales1, lo cual significó la creación de más de 1,9 millones de empleos informales en el 2021.
Dado que el empleo informal representa más de las tres cuartas partes del empleo total (76,8 % en el 2021), la recuperación del empleo se ha sustentado básicamente en la creación de empleos informales. En efecto, en el 2021, el 86,9 % de la recuperación del empleo de Perú provino de ocupaciones informales. Este fue un fenómeno similar a lo experimentado en otros países de la región de América Latina, como Argentina, Costa Rica, México y Paraguay, donde alrededor del 70 % o más de la creación neta de trabajo proviene de ocupaciones informales (Maurizio, 2021; OIT, 2021)
Figura 1
Perú. Evolución de la producción y el empleo, IT 2019-IVT 2021 (Índice 100 = IT 2019)
Nota: Adaptado de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, de Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público.
1.2 El crecimiento de la informalidad laboral fue impulsado por el dinamismo de la oferta de trabajo
De acuerdo con la metodología propuesta por Leyva y Urrutia (2023), el cambio en la proporción de empleo informal respecto a la población se puede descomponer según las variaciones de la tasa de participación laboral, tasa de empleo y tasa de empleo informal. Los resultados de la aplicación de esta metodología para Perú indican que, hacia el segundo trimestre del 2020, la proporción de empleo informal estuvo influenciada, principalmente, por el dinamismo de contracción de la tasa de participación laboral, es decir, la fuerte caída de la fuerza laboral no compensó la caída del empleo informal, por lo que la tasa de empleo informal experimentó importantes aumentos desde el segundo trimestre del 2020. Este resultado es similar a lo encontrado por Leyva y Urrutia (2023) para Colombia y México.
La pérdida de empleo se inclinó hacia el empleo formal y la recuperación del empleo ha estado acompañada, principalmente, de incrementos en la tasa de empleo informal. Esto ha generado que se consolide el crecimiento de la informalidad; sin embargo, los resultados del mercado laboral podrían no estar impulsados por cambios en la composición (véase la Figura 2).
Figura 2
Perú: descomposición del cambio en el ratio empleo informal-población, IT 2020-IVT 2021 (variación en puntos porcentuales con respecto a trimestres similares del 2019)
Nota. Empleo informal/población = tasa de participación * tasa de empleo * tasa de empleo informal. Los datos proceden de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, de Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público y de “Informal labor markets in times of pandemic”, por G. Leyva y C. Urrutia, 2023, Review of Economic Dynamics, 47 (https://doi.org/10.1016/j.red.2022.01.002).
1.3 Parte del aumento de la informalidad laboral obedeció a cambios intrasectoriales
En el 2021, Perú contempló un aumento del empleo informal en más de 4 % comparado a los niveles del 2019 ¿Este incremento generó un cambio estructural o transitorio en el mercado laboral peruano? Una primera forma de aproximarse a este análisis consiste en descomponer el cambio en la tasa de empleo informal e identificar el aporte del cambio sectorial2.
De acuerdo con una adaptación de Chacaltana (2016), la tasa de empleo informal se puede descomponer como una suma ponderada de aportes sectoriales de informalidad. En términos de variaciones, el cambio en la tasa de empleo informal equivale a la suma de dos componentes. El primero, denominado efecto tasa, intenta medir el aporte del cambio en las tasas dentro de cada sector, lo que mantiene la estructura del empleo constante; mientras que el segundo, conocido como efecto composición, intenta medir el cambio en la estructura sectorial del empleo, lo que mantiene constante la tasa de empleo formal.
Los resultados de esta metodología muestran que el aumento de 4,1 % en la tasa de empleo informal de Perú, registrada entre 2019 y 2021, se descompone en 2,3 %, que proviene de cambios en las tasas de informalidad laboral en el interior de los sectores, y en 1,8 %, que proviene de cambios en la estructura sectorial del empleo. Esto es, más del 40 % del aumento de la informalidad laboral fue explicado por las recomposiciones intersectoriales.
Cabe destacar que la agricultura fue el único sector que presentó un cambio positivo y significativo en el efecto composición debido a que aumentó su participación en el empleo total. En efecto, durante la pandemia del 2020, las actividades agrícolas continuaron con la producción de bienes para satisfacer el consumo del mercado interno (Chacaltana et al., 2021) (véase la Figura 3).
Figura 3
Perú: descomposición del cambio en la tasa de empleo informal según actividad económica, 2019-2021 (variación en puntos porcentuales)
Nota. Adaptado de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, por Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público.
1.4 Los grupos vulnerables fueron los más afectados por el aumento de la informalidad laboral
La fuerte contracción del empleo formal que Perú experimentó en el 2020 no ha sido homogénea entre la población ocupada. Por ejemplo, la pérdida de puestos de trabajo informales fue más intensa en mujeres y jóvenes (15-24 años), similar a lo observado en varios países de la región de América Latina (Maurizio, 2021). Sin embargo, la recuperación del empleo en el 2021, basada en ocupaciones informales, consolidó el trabajo informal en mujeres, jóvenes (15-24 años), trabajadoras del hogar y trabajadores independientes y ocupados en pequeñas unidades productivas de 2-10 trabajadores, principalmente.
Los niveles de empleo informal en las diversas categorías ocupacionales no necesariamente son el resultado de fuertes incrementos de informalidad, puesto que mucho depende del nivel inicial de comparación. Por ejemplo, en el 2021, se registró un mayor incremento de la informalidad laboral en hombres en comparación a mujeres; sin embargo, la tasa de empleo informal sigue siendo mayor en mujeres que en hombres. Situación similar se registró entre jóvenes (15-24 años) y adultos (25 a más años). Los primeros concentran mayor nivel de informalidad laboral pero menor incremento en su tasa.
Por otro lado, ciertas categorías altamente golpeadas por la crisis, como los ocupados en pequeñas unidades productivas de 2-10 trabajadores y los trabajadores independientes, experimentaron un significativo incremento de informalidad que se reflejó directamente en su proporción de empleo informal. Adicionalmente, se destaca el caso de las trabajadoras del hogar, quienes para el 2021 obtuvieron un incremento de más del 5 % en la informalidad laboral, que representa el mayor de los incrementos registrados en la tasa de empleo informal agregada (véase la Figura 4).
Figura 4
Perú: cambios en la tasa de empleo informal según diversas características, 2020-2021 (variación en puntos porcentuales)
Nota. Adaptado de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, por Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público.
2. LA OTRA CARA DE LA MONEDA: LOS INGRESOS POR TRABAJO Y LA DESIGUALDAD
2.1 Reducción de la masa salarial real, sobre todo, en ocupaciones informales
Los ingresos por trabajo se han visto seriamente afectados por la pandemia de COVID-19. Los resultados de la evolución del indicador agregado de masa salarial, que resumen el comportamiento del empleo y los ingresos por trabajo, muestran una fuerte contracción de la masa salarial real de Perú en el periodo más crítico del mercado laboral3 y una lenta recuperación en comparación a los progresos del empleo y la producción, con lo cual aún se ubica en niveles inferiores a los del 2019 (año prepandemia).
Al respecto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un informe reciente, señalan que el crecimiento de los salarios reales fue más lento en el 2021 que antes de la pandemia (CEPAL & OIT, 2022; OIT, 2022b). En efecto, en el segundo trimestre del 2020, la masa salarial real de Perú disminuyó en 56,3 % (INEI, 2020), muy por debajo de la caída del empleo (35 %). Luego, como resultado de la reactivación progresiva de actividades económicas, la caída de la masa salarial real fue cada vez menor para después alcanzar valores positivos a partir del segundo trimestre del 2021. Es importante remarcar que en algunos países de la región los ingresos reales mostraron, en promedio, variaciones positivas durante la fase inicial de la caída del empleo (Maurizio, 2021).
La contracción de la masa salarial real fue más fuerte para los ocupados informales que para los trabajadores formales. Sin embargo, en relación con mencionado sobre el comportamiento del empleo en cada categoría ocupacional, la contracción de la masa salarial informal en el tercer y cuarto trimestre fue menor que en el segundo trimestre del 2020. La menor caída del empleo informal favoreció el crecimiento de la masa salarial. A pesar de ello, se ha observado que, en el 2021, la masa salarial total de Perú está por debajo de los niveles obtenidos en el 2019 (véase la Figura 5). Destacable es la menor desaceleración de la masa salarial de los trabajadores informales, debido posiblemente a la intensa recuperación de las ocupaciones informales.
Figura 5
Perú: evolución de la producción, empleo y masa salarial real, 2019-2021 (Índice 100 = IT 2019)
Nota. Adaptado de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, por Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público.
2.2 Mayor volatilidad de los ingresos laborales reales en los grupos de trabajadores vulnerables
En el año de contracción (2020), la disminución del ingreso laboral real fue mayor en los ocupados informales, sobre todo, en hombres, adultos (25 a más años), trabajadores independientes y en pequeñas unidades productivas4. Esta tendencia fue similar a lo reportado por la OIT para Lima Metropolitana (Gamero & Pérez, 2020). Un año después (2021), se registró un fuerte crecimiento del ingreso laboral real en este grupo de trabajadores, pero no fue suficiente (ni compensó la caída) para alcanzar los niveles de ingreso laboral prepandemia.
En general, el análisis de las diversas categorías ocupacionales confirma que, entre 2020 y 2021, las variaciones (caídas y aumentos) de los ingresos laborales reales fueron más intensos en empleos informales que en empleos formales (véase la Figura 6). A pesar de estos cambios, para cualquier grupo de ocupados, los niveles de ingreso laboral real de las ocupaciones formales son muy superiores a los recibidos en las ocupaciones informales. En promedio, un trabajador formal percibe un ingreso laboral real tres veces mayor a lo percibido por un trabajador informal.
Figura 6
Perú: cambios en el ingreso laboral real según diversas características, 2020-2021 (variación porcentual)
Nota. Adaptado de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, por Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público.
2.3 La crisis generó desigualdad en la distribución de los ingresos laborales
La desigualdad en la distribución de los ingresos laborales (medida a través del coeficiente de Gini5) también fue afectada por la crisis sanitaria y económica (véase la Figura 7). La desigualdad salarial de todos los trabajadores en Perú aumentó de manera significativa en el año de contracción (2020)6, a diferencia de lo observado en varios países de la región de América Latina, como Argentina, Brasil, Costa Rica y México, en donde la desigualdad de los ingresos laborales no mostró cambios significativos (Maurizio, 2021; OIT, 2021). Sin embargo, este efecto fue transitorio, pues durante el periodo de recuperación (2021), se presentó un proceso gradual de reducción en la desigualdad de los ingresos laborales como resultado neto del movimiento contrapuesto experimentado en los dos últimos años; sin embargo, se mantuvo en niveles ligeramente por encima del año prepandemia (2019).
Figura 7
Perú: desigualdad del ingreso laboral real per cápita (coeficiente de Gini) según tipo de empleo, 2019-2021 (índice)
Nota. Adaptado de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, por Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público.
Si bien el panorama fue similar al desagregar la desigualdad salarial por tipo de ocupación formal e informal, se apreciaron dos particularidades a resaltar: (1) mayor y considerable desigualdad en la distribución de ingresos laborales de trabajadores informales y (2) mayor variabilidad de cambio en el grado de concentración de la desigualdad salarial de ocupaciones informales (véase la Figura 7). Este último está asociado a una fuerte volatilidad (caídas y aumentos) de los ingresos laborales, característico de los empleos informales.
3. DINÁMICA DEL MERCADO LABORAL Y TRANSICIÓN A LA FORMALIDAD LABORAL
3.1 La pandemia provocó mayor tránsito a la desocupación y fuerte salida de la fuerza de trabajo
El análisis de corte transversal del mercado laboral debe complementarse con una mirada longitudinal de varios años a través de paneles de datos que permitan evaluar los cambios y dinámicas que se generan en la población en edad de trabajar. Esto, como consecuencia de un shock de políticas económicas, sociales o eventos extraordinarios como el de la pandemia de COVID-19.
Las matrices de transición que se analizan en la Tabla 1 muestran los flujos laborales antes de la pandemia (2019), durante la crisis (2020) y en el periodo más reciente (2021). En general, las personas permanecían en el empleo en mayor medida antes de la crisis, con menor desocupación, pero sobre todo presentaban niveles más bajos de permanencia en la inactividad (fuera de la fuerza de trabajo).
La dinámica laboral también indica que el impacto del COVID-19 fue de mayor magnitud en los trabajadores formales que en los informales, lo que explica la fuerte caída en la tasa de ocupación formal. Entre 2019 y 2020, solo el 15,6 % de los ocupados formales permanecían en su puesto de trabajo, a diferencia de los trabajadores informales, quienes prácticamente duplicaron el porcentaje de mantenerse en su ocupación (30,2 %). En línea con lo mostrado en apartados anteriores del estudio, para el 2021, la recuperación del empleo fue mayor en ocupaciones informales que en ocupaciones formales.
Como resultado de la pandemia, la permanencia de los trabajadores informales que salieron de la fuerza de trabajo (10 %) fue cerca de tres veces mayor a lo observado en los trabajadores formales (2,7 %). Esta relación mejoró con mayor intensidad en los ocupados formales. Esta situación refleja un gran reto para la población fuera de la fuerza de trabajo que busca retornar al mercado laboral.
También, entre 2019 y 2020, se registró un mayor tránsito a la desocupación en trabajadores informales (3 %) que en ocupados formales (1,2 %); es decir, la necesidad de encontrar un puesto de trabajo fue mayor en las ocupaciones informales que formales, situación que mejoró para el 2021 (véase la Tabla 1). Se destaca la salida de los desocupados hacia fuera de la fuerza de trabajo, que resultó ser mayor a los desocupados que permanecieron en su mismo estado. Este flujo hacia la inactividad implica que, posiblemente, muchos de los desocupados no retornen a la fuerza de trabajo o tengan pocas posibilidades de hacerlo (OIT, 2022a).
Tabla 1
Perú: matrices de transición entre diferentes estados laborales por sexo, 2019-2021 (%)
Nota. En la base de datos del panel se excluye a los individuos que cambian de sexo, disminuyen de edad o disminuyen de nivel educativo durante el periodo de análisis. Los datos proceden de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, por Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público.
3.2 Mayor rotación e inestabilidad de las mujeres en el mercado laboral
Las matrices de transición presentadas en la Tabla 1 brindan importantes hallazgos por género. Independientemente de la condición laboral (con excepción a empleo formal), las mujeres presentaron una mayor magnitud de quedar excluidas de la fuerza laboral que sus pares hombres, lo que refleja una desigualdad con sesgo de género que dificulta el acceso a oportunidades de desarrollo, un tema estructural del mercado laboral peruano.
Asimismo, se registraron fuertes salidas hacia fuera de la fuerza de trabajo en mujeres ocupadas informales que en hombres ocupados informales. En contraste, las mujeres se mantuvieron en su misma ocupación en menor proporción que los hombres y fue en las ocupaciones informales donde la brecha fue más fuerte.
Otro elemento para destacar es que, en promedio, las mujeres tuvieron menor flujo de tránsito hacia la desocupación que los hombres, pero mayor traspaso hacia la inactividad. Esto explica el mayor incremento que se registró en la tasa de desocupación de hombres que en mujeres, lo que confirma lo mostrado en secciones anteriores del estudio.
3.3 Elevados flujos de salida del empleo y recuperación hacia la informalidad
El análisis de las tasas de entrada y salida de la ocupación muestra que, entre 2019 y 2021, los ocupados informales presentaron una mayor movilidad que los ocupados formales, similar a lo reportado en varios países de la región (Maurizio, 2021). Las diferencias entre ambas poblaciones son especialmente notables en la informalidad, con tasas de entrada y salida que pueden llegar a alcanzar hasta el doble de lo registrado en ocupaciones formales. Entre 2019 y 2020, las tasas de salida fueron mayores que las tasas de entrada al empleo, sobre todo, para el empleo informal, explicado por el alza en la destrucción de empleo que por la desaceleración en la creación de nuevos puestos de este tipo7. Sin embargo, para el 2021, se registró una mayor entrada hacia ocupaciones informales, con valores superiores a los niveles prepandemia, mientras que la entrada al empleo formal fue ligeramente inferior al periodo 2019-2020.
De otro lado, se ha registrado una mayor variabilidad de entrada y salida al empleo en hombres que en mujeres (véase la Figura 8). La pérdida neta (entrada-salida) del empleo informal fue superior en mujeres que en hombres. Luego del periodo de contracción, la recuperación del empleo informal fue superior en mujeres que entre los hombres, según lo reportado por INEI (2022).
Figura 8
Perú: tasas de entrada y salida del empleo formal e informal por sexo, 2019-2021 (porcentaje)
Nota. En la base de datos panel se excluye a los individuos que cambian de sexo, disminuyen de edad o disminuyen de nivel educativo durante el periodo de análisis. Los datos proceden de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, por Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público.
3.4 De la informalidad laboral hacia el retiro de la fuerza de trabajo
Durante la fase de contracción del empleo, se constató un fuerte aumento en la salida del empleo informal hacia retiros de la fuerza laboral y, en menor medida, hacia la desocupación, que estuvo acompañada de una reducción del tránsito de la informalidad hacia empleos formales. Esto representó cambios notablemente visibles en las mujeres, quienes experimentaron un significativo aumento de la inactividad y bajos niveles de tránsito hacia la formalidad laboral. Si bien para el 2021 disminuyó el flujo de la informalidad hacia la inactividad y la desocupación, para el caso de la mujer, esta aún se encontraba en niveles superiores al periodo prepandemia, con escasa recuperación de empleos formales.
Figura 9
Perú: transiciones del empleo informal hacia diferentes destinos, 2017-2021 (porcentaje)
Nota. En la base de datos panel se excluye a los individuos que cambian de sexo, disminuyen de edad o disminuyen de nivel educativo durante el periodo de análisis. Los datos proceden de Comportamiento de los indicadores del mercado laboral a nivel nacional, por Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2022 (https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/02-informe-tecnico-empleo-nacional-ene-feb-mar-2022.pdf). En el dominio público.
CONCLUSIONES
El análisis realizado en el presente informe revela el profundo impacto que ha originado la crisis sanitaria sobre el mercado laboral peruano. No solo se perdieron importantes cantidades de empleo, que luego comenzaron a recuperarse, sino que también se agudizó la precariedad del empleo existente y se generaron mayores brechas de desigualdad salarial y exclusiones en el mercado laboral, por mencionar solo algunos de los efectos colaterales.
En este contexto, el seguimiento a la evolución y a las transiciones de la formalidad laboral y productiva toman mayor relevancia para la discusión de las políticas laborales, sobre todo por su vinculación con empresas, trabajadores, ingresos públicos, instituciones y políticas de mercado de trabajo (OIT, 2022a).
No todos los efectos negativos de la pandemia se diluyeron en la fase de recuperación. Sobre la base de un tema estructural como el de la informalidad, los datos más recientes revelan que se generó mayor informalidad, con diferencias notables en ingresos laborales, en mujeres, personas jóvenes (15-24 años), ocupados en pequeñas unidades productivas (de 2-10 trabajadores), trabajadores independientes y trabajadoras del hogar, quienes requieren una atención específica en el diseño de políticas o estrategias que apunten a mejorar la situación de estos grupos poblacionales.
El estudio de las dinámicas laborales aportó elementos significativos para evaluar los cambios que se produjeron en el mercado de trabajo peruano. La crisis sanitaria del COVID-19 no generó transiciones significativas del empleo formal hacia la ocupación informal; por el contrario, envió una fracción importarte de trabajadores informales fuera de la fuerza de trabajo. Además, provocó mayor tránsito a la desocupación e inestabilidad, principalmente, para las mujeres en el mercado laboral, así como elevados flujos de salida del empleo y recuperación hacia la informalidad.
Promover la igualdad de género y la no discriminación requiere de una estrategia coherente e integrada que facilite la transición hacia la economía formal. Este es un enfoque especialmente importante en un contexto en el cual las desigualdades de género se han agudizado. Mejorar las condiciones laborales de los jóvenes debe ser una meta central para la promoción del empleo pleno, decente y productivo, en el que se adopten medidas e intervenciones integrales que faciliten la transición de la escuela al trabajo, como un mecanismo que permita garantizar el acceso de los jóvenes a capacitación y empleo productivo que responda a las tendencias de los mercados laborales que son cada vez más digitales. Invertir en economías verdes, digitales y de cuidados es una alternativa para crear miles de empleos para mujeres y jóvenes.
Poner en práctica estrategias particulares no disminuirá significativamente los niveles de informalidad, se requiere más bien un enfoque integral y coherente entre los distintos ámbitos y niveles de políticas. De acuerdo con la OIT (2013), son deseables las (1) estrategias de crecimiento inclusivo que consideren al empleo como eje central en los marcos macroeconómicos; (2) un adecuado marco regulatorio que propicie buena gobernanza en el mercado de trabajo mediante una reglamentación laboral eficaz; (3) el diálogo social para la adopción de decisiones democráticas sobre el mercado de trabajo; (4) la promoción de igualdad y no discriminación para los grupos más vulnerables, cuya consecuencia suele ser la incorporación a la economía informal; (5) el desarrollo de iniciativas empresariales innovadoras e inclusivas para abordar la heterogeneidad en las empresas informales que comprenda incentivos para transitar a la formalidad y desincentivos para permanecer en la informalidad; (6) la ampliación de la protección social para grupos con limitado acceso a los servicios de protección social; y (7) las estrategias de desarrollo local que considere la transición hacia la formalidad desde el ámbito local como un elemento articulador en las políticas de los tres niveles de gobierno.
Créditos de autoría
Julio Cesar Pérez Coaguila: conceptualización, metodología, software, análisis de datos, investigación, redacción, preparación del primer borrador, revisión y edición.
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1 Una tendencia similar fue encontrada por el estudio de Chacaltana y Pérez (2020).
2 Esta metodología es propuesta por McMillan y Rodrick (2011) y se aplica a temas de crecimiento y productividad.
3 Ello contrasta con los aumentos experimentados en varios países de la región (salvo en México) en los ingresos promedio del total de los ocupados.
4 En el 2021, la población ocupada percibió S/ 1327, cercano a lo obtenido en 2015, es decir, en términos de ingresos laborales se habría retrocedido cerca de seis años.
5 El coeficiente de Gini es un indicador de desigualdad que toma valores entre cero y uno. Cuando el valor del indicador es cercano a uno, mayor es el grado de desigualdad en la distribución de los ingresos laborales.
6 En el segundo trimestre del 2020, para Lima Metropolitana se observó un sesgo positivo en la distribución de ingresos, lo que sugiere una mayor dispersión de los ingresos hacia los valores más altos (Gamero & Pérez, 2020).
7 Evidencia similar a lo reportado por Maurizio (2021).