PERIODISTAS Y DESINFORMACIÓN SOBRE COVID-19 DESDE EL PUNTO DE VISTA MÉDICO-CIENTÍFICO. ESTUDIO DE CASO EN AZUAY, ECUADOR
Lic. Édison Verdugo León
https://orcid.org/0009-0001-9519-3284
Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador
DrA. Claudia Rodríguez-Hidalgo
https://orcid.org/0000-0003-4004-9389
Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador
Recibido: 02 de enero del 2024 / Aceptado: 26 de marzo del 2024
doi: https://doi.org/10.26439/contratexto2024.n41.6675
RESUMEN. Durante la pandemia de la COVID-19 se hizo aún más evidente la necesidad de que la información que publican los periodistas sea precisa para contrarrestar la desinformación. Este estudio, levantado en la provincia de Azuay, Ecuador, examinó cómo los periodistas abordaron el contenido médico-científico durante la primera ola de la pandemia. Para ese fin se entrevistó a diez periodistas y se analizó el contenido de sesenta y seis noticias sobre salud en medios impresos, radiales, digitales y audiovisuales. Los resultados revelaron que, a pesar del incremento en la cobertura informativa, los periodistas mostraron limitaciones en la selección de fuentes y en los conocimientos para abordar temas médicos y científicos. Se destacan la dependencia de fuentes político-gubernamentales, la falta de contraste y que las complicaciones inherentes a la cobertura de emergencias limitaron el acceso a información de calidad. Las conclusiones subrayan la necesidad de capacitar a los periodistas en la cobertura de temas de salud y ciencia, de cara a mejorar sus rutinas productivas, así como la importancia de una observación más detallada de sus contextos laborales. La limitación geográfica del estudio señala la posibilidad de investigaciones futuras para comparar prácticas periodísticas en diferentes contextos, que evalúe fortalezas y debilidades en formación y capacitación.
PALABRAS CLAVE: periodismo / desinformación / COVID-19 / salud / ciencia
JOURNALISTS AND MISINFORMATION ABOUT COVID-19 FROM DE MEDICAL-SCIENTIFIC POINT OF VIEW. CASE STUDY: AZUAY, ECUADOR
ABSTRACT. During the COVID-19 pandemic, the importance of journalists disseminating accurate information to counteract misinformation became more evident. This study, conducted in the province of Azuay, Ecuador, investigated how journalists approached medical-scientific content during the initial wave of the pandemic. For this purpose, 10 journalists were interviewed, and the content of 66 health news stories across print, radio, digital, and audiovisual media was analyzed. The findings indicated that, despite the surge in news coverage, journalists exhibited limitations in source selection and knowledge regarding medical and scientific subjects. The study underscored the reliance on political-governmental sources, a lack of fact-checking, and complications inherent in emergency coverage that restricted access to high-quality information. The conclusions emphasize the necessity of training journalists in health and science reporting to enhance their productive routines. Additionally, the study highlights the significance of a more meticulous observation of journalists’ work contexts. The geographical limitation of the study points to the possibility of future research to compare journalistic practices in different contexts, evaluating strengths and weaknesses in education and training.
KEYWORDS: journalism / misinformation / COVID-19 / health / science
JORNALISTAS E DESINFORMAÇÃO SOBRE A COVID-19 DE UM PUNTO DE VISTA MÉDICO-CIENTÍFICO. ESTUDO DE CASO AZUAY, EQUADOR
RESUMO. Durante a pandemia de COVID-19, foi destacada a necessidade de reportagens precisas por parte dos jornalistas para contrariar a desinformação. Este estudo, realizado na província de Azuay, Equador, examinou como os jornalistas abordaram o conteúdo médico-científico durante a primeira onda da pandemia (março-junho de 2020). Foram entrevistados dez jornalistas e analisado o conteúdo de 66 notícias sobre saúde nos meios de comunicação impressos, radiofónicos, digitais e audiovisuais. Os resultados revelaram que, apesar do aumento da cobertura noticiosa, os jornalistas revelaram limitações na seleção das fontes e no seu conhecimento dos temas médicos e científicos. A dependência de fontes político-governamentais, a falta de contraste e as complicações inerentes à cobertura de emergências limitaram o acesso a informação de qualidade. Os resultados sublinham a necessidade de formação dos jornalistas em cobertura de saúde e ciência para melhorar as suas rotinas de produção, bem como a importância de uma observação mais atenta dos seus contextos de trabalho. A limitação geográfica do estudo aponta para a possibilidade de futuras investigações compararem práticas jornalísticas em diferentes contextos, avaliando pontos fortes e fracos na educação e formação.
PALAVRAS-CHAVE: jornalismo / desinformação / COVID-19 / saúde / ciência
INTRODUCCIÓN
La cobertura mediática de temas científicos y de salud durante la pandemia de COVID-19 ha sido objeto de análisis y debate en diversos contextos. El presente estudio tiene como objetivo caracterizar la cobertura de los temas científicos y de salud que realizaron los periodistas de Azuay, Ecuador, durante la primera ola de la pandemia.
Esta investigación se enmarca en la necesidad de comprender y evaluar el desempeño de los profesionales de la comunicación en la divulgación de información relevante y precisa durante la emergencia sanitaria. El problema de investigación radica en que, en situaciones emergentes, los periodistas pueden enfrentar dificultades para representar adecuadamente estos temas debido a diversas causas, una de ellas es la falta de experiencia en la cobertura de emergencias del nivel de la pandemia, así como la escasa y nula formación de los periodistas en divulgación científica y salud pública (Alcántara & Ferreira, 2020; Mullo López et al., 2021). A ello se suman las limitaciones en el acceso a fuentes de información confiables, condiciones laborales adversas matizadas por desconocimiento para enfrentar coberturas en situaciones de riesgo, falta de recursos, despidos intempestivos, inestabilidad laboral, entre otras que además generaron problemas de salud mental en la población de periodistas del país (Bustamante-Granda et al., 2021).
Si bien a partir de la pandemia de COVID-19 la difusión informativa sobre temas científicos y de salud pública cobró mayor relevancia en los medios, no es menos cierto que estos han sido objeto de desinformación de la mano de la creación deliberada de contenidos falsos, pero también de prácticas periodísticas cuestionables (Rodríguez-Hidalgo et al., 2022).
El caso particular de la provincia de Azuay, en Ecuador, es un ejemplo relevante de las dificultades que enfrentan los periodistas en regiones que tienen limitaciones en el acceso a fuentes de información confiables, y que geográficamente están alejadas de las ciudades donde funciona el Gobierno central. De ahí que este estudio representa la oportunidad de identificar desafíos específicos de la cobertura periodística en situaciones emergentes.
La narración de hechos científicos es una competencia clave que debe desarrollar el periodismo con vistas a facilitar la comprensión de los eventos que se producen en esa área. Asimismo, en el caso específico de los temas de salud, el trabajo periodístico coadyuva a la conexión entre investigadores, médicos y pacientes (Cassany et al., 2018; Saavedra-Llamas et al., 2019). Sin embargo, también constituye una figura fundamental en la interpretación de temas complejos sobre los cuales se precisa promover una alfabetización científica de modo que sea posible exponer la complejidad, motivar el cambio, reconstruir la confianza en la ciencia, verificar información, hacer que la ciencia sea el elemento clave en el debate público y comprometer al público en temas científicos (Massarani et al., 2021).
Si bien dentro del periodismo existe un área de especialización como el periodismo científico, en el contexto ecuatoriano esta no ha sido desarrollada con suficiencia en los ámbitos de formación de los periodistas profesionales. Estudios previos como los de Vásconez Merino et al. (2024) señalan que no existen asignaturas específicas destinadas a formar competencias en esta área en las mallas de periodismo y comunicación del país. Aunque se aborden algunos contenidos similares aún hay un largo camino por recorrer, considerando que la formación de comunicadores en el país ha sido tradicionalmente generalista. A ello se suma un escaso contacto entre organismos que promuevan la ciencia y la tecnología (Punín Larrea & Martínez Haro, 2013).
De allí que la justificación de este estudio se fundamenta en dos aspectos a saber. En primer lugar, se reconoce la importancia del periodismo en la difusión de información científica y de salud, la cual contribuye a la formación de opiniones y decisiones informadas por parte del público, así como en la creación de marcos interpretativos para comprender los eventos que afectan el entorno social (Peña et al., 2021; Velázquez Tamez & Serna-Zamarrón, 2020), pero también en la necesidad de su especialización para entender mejor los procesos científicos. La pandemia obligó a miles de periodistas, especializados o no, a hablar de salud y ciencia; en este sentido, todos los periodistas, independientemente de su formación, deberían contar con un entendimiento básico del periodismo científico para comunicar de manera efectiva los hallazgos científicos y los desarrollos relacionados con la salud pública, temas que se han adquirido un mayor interés público a partir de la COVID-19.
En segundo lugar, se subraya la relevancia de este estudio en el contexto actual, donde la proliferación de contenidos en redes sociales plantea nuevos desafíos para la calidad y veracidad de la información sobre temas de salud en la opinión pública. Así, se resalta la necesidad de fortalecer el papel del periodismo como garante de la información precisa y contextualizada (Posetti & Bontcheva, 2020; Stollorz, 2021). Durante la pandemia, las redes sociales fueron una fuente relevante de infodemia (Schillinger et al., 2020), este término se hizo popular por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en referencia a la propagación excesiva de información no verificada a través de redes sociales (Organización Panamericana de la Salud, 2020). A pesar de ello, las redes sociales también tienen un papel positivo en la promoción del cuidado de la salud pública, estudios como los de CARE (2023) destacan el uso positivo de las redes sociales por parte de los influencers como agentes activos del intercambio de información de valor, ya que desarrollan una estructura informativa más circular y horizontal debido a la estrecha interacción que mantienen con sus seguidores (Sarapura Sarapura, 2021).
Los periodistas y la difusión de temas de salud y ciencia durante la pandemia
La difusión de temas científicos y de salud durante la pandemia estuvo matizada por una serie de problemáticas. Por un lado, como ya se ha mencionado, no todos los periodistas cuentan con una especialización en periodismo científico que les brinde habilidades, conocimientos y destrezas para abordar estos temas con competencia. Gran parte del conocimiento no proviene de la formación en el pregrado, sino de especializaciones, a los que una escasa población de periodistas accede, y de procesos de autoformación (Rodríguez-Hidalgo et al., 2020).
Por otra parte, durante la pandemia una gran cantidad de medios ecuatorianos quebró y otros redujeron notablemente su personal (Fundamedios, 2020). En consecuencia, ello generó una mayor presión sobre los periodistas para producir más contenido en menos tiempo, procesos matizados por una mayor utilización de material proveniente de las relaciones públicas (Ashwell, 2016) y el desarrollo de investigaciones menos contundentes para cumplir con sus plazos.
Adicional a ello, la dificultad para movilizarse limitó considerablemente la búsqueda y acceso a fuentes de información de temas que debían ser tratados como prioridad. A ello se agregó la poca fiabilidad de los datos provenientes de las fuentes oficiales, lo cual se denunció especialmente en las tres principales provincias del país: Azuay, Guayas y Pichincha, donde la poca celeridad y el hermetismo, con que el Ejecutivo a través de los Comités de Operaciones Especiales (COE) entregó información oficial a los medios, limitaron aún más la labor de los periodistas y dio mayor espacio a la desinformación (Consejo de Comunicación, ٢٠٢٢).
Esto conllevó una mayor dependencia de fuentes extranjeras, un fenómeno que se generalizó en diversos países latinoamericanos ante el escaso acceso a fuentes expertas a nivel local (Weitkamp et al., 2023). Este aspecto derivó en deficiencias en el manejo de temas y terminologías que otrora los periodistas no conocían ni habían abordado, y hoy debían tratar de traducir en un lenguaje claro y preciso (De Semir, 2000; Plaza-Ramos et al., 2020; Rodríguez-Hidalgo et al., 2022).
Herrera Cabello (2021) reflexiona sobre la pandemia del coronavirus como un acontecimiento que marcó un hito significativo en diversos aspectos de la sociedad, particularmente en el periodismo. En esta área, marcó una transfiguración, cuyos orígenes son objeto de exploración e incrementan su propia complejidad de manera constante ante una evolución en la forma de reportar, y la naturaleza cambiante y dinámica de la información.
Al respecto, Casero-Ripollés (2020) reconoce el papel del periodismo en la configuración de la percepción pública sobre la crisis sanitaria, pero también destaca las afectaciones a la participación democrática y a la formación de la opinión pública. Al respecto, la sobreexposición a información alarmante y a la desinformación generaron consecuencias negativas en la percepción de la población acerca de las medidas de contención y la toma de decisiones informadas. De allí se destaca la necesidad de analizar las competencias del periodista en la difusión de información científica precisa, ética y confiable hacia la colectividad.
Competencia periodística para divulgar la ciencia
La competencia periodística para divulgar temas médicos y científicos va más allá del dominio de la narrativa, pues implica habilidades, conocimientos y prácticas que los periodistas emplean para recopilar, procesar y presentar la información de manera precisa. En ese proceso, desacreditan mitos o conceptos errados, verifican rumores o información manipulada, exponen la mala ciencia o investigaciones fraudulentas cuando estas se descubren (Weitkamp et al., 2023). Esta competencia contempla un trabajo con base en la investigación, la precisión, la veracidad, el rigor, la contextualización, la ética, la diversidad de fuentes y la transparencia, las cuales forman parte de los principios básicos que rigen a la profesión (Red Ética FNPI, 2014; Villamarín Carrascal, 2014).
Sin embargo, al examinar la competencia periodística para informar sobre salud y ciencia, investigaciones como las de Cassany et al. (2018); Kristiansen et al. (2016); López García (2010); Pereira Fariña et al. (2013) y Calvo Rubio y Ufarte-Ruiz (2021) coinciden en que existen conocimientos y competencias especializados que permiten al periodista desempeñar un papel crucial al facilitar la comprensión y el interés del público en temas científicos. Por lo tanto, el periodista que trabaja con estos temas requiere una formación específica enmarcada en la comprensión profunda de conceptos científicos y tecnológicos, así como en la capacidad para interpretar y explicar hallazgos científicos de manera precisa (López-Pérez & Olvera-Lobo, 2015).
Este estudio se enmarca en una investigación descriptiva cuyo objetivo es caracterizar la cobertura periodística de los temas científicos y de salud durante la primera ola de la pandemia de COVID-19. La hipótesis que se plantea sostiene que la cobertura periodística de dichos temas se caracteriza por una falta de profundidad en el enfoque médico-científico, debido a limitaciones en la formación y escasos recursos de los periodistas locales.
Para alcanzar este objetivo se emplea un enfoque mixto que combina técnicas cualitativas y cuantitativas con la finalidad de obtener una comprensión holística respecto a la cobertura periodística en la región.
Por un lado, se lleva a cabo entrevistas semiestructuradas a una muestra de 10 periodistas de Azuay, en Ecuador. La selección de estos periodistas obedece a su experiencia en la cobertura informativa durante la primera ola de la pandemia de COVID-19, de marzo a julio de 2020. La entrevista explora aspectos como su experiencia en la cobertura de la pandemia, los procesos seguidos previos a la publicación de información relacionada con la COVID-19 desde un enfoque médico-científico, así como las necesidades de capacitación que identifican.
En la Tabla 1 se detallan los perfiles de los participantes del estudio, de ellos se omite sus nombres por respeto a su privacidad y se ha enumerado como P (periodistas) y el número que corresponda de acuerdo con el orden.
Tabla 1
Periodistas que forman parte del estudio
Medio donde labora |
Perfil |
|
P1 |
96.1 FM y Sonoonda Internacional |
Seis años como reportero y diez como director de medios radiales |
P2. |
El Mercurio |
Quince años como reportero y tres como director de contenidos |
P3 |
Radio Ciudad, Etapa |
Doce como reportero y cinco como relacionista público de empresas estatales |
P4 |
Teleamazonas, La Voz del Tomebamba |
Dieciocho años como reportero de medios tradicionales |
P5 |
Tele Cuenca |
Ocho años como reportero en medios tradicionales |
P6 |
Unsion TV |
Cinco años de experiencia en medios radio, TV y prensa |
P7 |
Telerama |
Veinte años de experiencia como reportero en radio y TV |
P8 |
Radio Antena Uno |
Ocho años como periodista de radio y TV |
P9 |
Prensa Virtual |
Ocho años como reportero de medios impresos y dos en medios digitales |
P10 |
Cómplice FM |
Cinco años como reportero en medios audiovisuales |
La información de las entrevistas se contrasta con un análisis de contenido de las noticias sobre salud y ciencia publicadas en los medios azuayos durante la primera ola de la pandemia. Para este fin se selecciona a los cuatro principales medios de comunicación de Azuay, así como se toma como referencia los criterios de cobertura, trayectoria y audiencia en radio, televisión, prensa escrita y medios digitales.
En la Tabla 2, se detallan tanto los medios como los criterios de selección utilizados, para lo cual ha sido de utilidad la información expuesta en el Registro Público de Medios del Consejo de Comunicación (2021), donde se toman en cuenta la cobertura, el tipo de medio, su audiencia y su trayectoria. De estos medios se extraen sesenta y seis noticias científicas y de salud a las cuales se han denominado casos de análisis.
Tabla 2
Medios propuestos para el análisis de contenido
Tipo de medio |
Nombre del medio |
Criterio de selección |
Impreso |
Diario El Mercurio |
Es el medio más antiguo de Azuay. |
Radial |
La Voz del Tomebamba |
Es la radio de mayor audiencia, con cobertura nacional. |
Digital |
RED Informativa |
Es el medio digital con el mayor número de seguidores en redes. |
Audiovisual |
Unsion Televisión |
Es un medio comunitario. |
Nota. Elaborado a partir del Registro Público de Medios del Consejo de Comunicación (2023).
El análisis de las noticias se centra en dos variables principales, en las cuales se puede evidenciar el trabajo del periodista en cuanto a investigación, búsqueda de fuentes, contraste y enfoque que le da a la información.
ANÁLISIS DE RESULTADOS
Los periodistas frente a la pandemia
La totalidad de los periodistas entrevistados reconoce que no se cubrió la información médica y científica de la pandemia de forma idónea, entre las principales razones mencionan dos: la falta de experiencia y conocimiento en el manejo de información de este tipo, así como las restricciones de movilización y acceso a la información y sus fuentes en el momento emergente. Al respecto, algunos periodistas mencionaron que, a pesar de haber publicado varias notas informativas respecto a la COVID-19, no pudieron profundizar en el tratamiento de estas debido a que a nivel local las fuentes eran escasas, y casi la totalidad pertenecían al ámbito gubernamental, que era el que gestionaba las medidas de contingencia.
“Las autoridades del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) eran las únicas autorizadas para proveer de información oficial sobre la expansión del virus y las acciones para contrarrestarlo, eso centraba nuestra atención en esas fuentes” (P1, entrevista personal, julio de 2022). A partir de ello, señalan que el principal enfoque de su producción fue informativo, puesto que transmitían información sobre cifras de personas contagiadas y fallecidas, medidas adoptadas por las autoridades ante el incremento o descenso de casos, daños y consecuencias que iba provocando la pandemia en áreas como la economía, turismo, reducción de empleo, educación, entre otros, a pesar de ser contenidos enfocados como de salud (P3, entrevista personal, julio de 2022).
Sin embargo, para ofrecer información de corte científico, los periodistas optaron por las fuentes internacionales, en las que centraron su atención principalmente en las notas de agencia, lo cual demostró que el enfoque local era nulo. Ello obedece a dos razones fundamentales explicadas por los periodistas: la falta de identificación de fuentes idóneas para abordar el tema a nivel local y el desconocimiento de cómo abordar de manera crítica y profunda los temas médicos y científicos.
En el país era complejo identificar uno o dos científicos o personal con conocimiento científico sobre el avance de la pandemia, lo más práctico era buscar a los profesores de Medicina o áreas afines en las universidades, o a los médicos en hospitales, pero llegar a los últimos era más complicado todavía porque estaban atendiendo la emergencia casi de forma permanente. (P9, entrevista personal, julio de 2022)
La rutina antes de publicar una noticia sobre COVID-19 fue acudir a los datos ya sea de la Organización Mundial de la Salud o del Ministerio de Salud Pública de nuestro país con el fin de mantener la fidelidad a los datos oficiales. (P5, entrevista personal, julio de 2022)
La OMS fue señalada como una de las fuentes comunes entre los periodistas para hablar de temas de salud o relacionados a la investigación del virus, su origen y desarrollo. En algunos casos sí buscaron fuentes con perfiles de expertos que trabajan en investigación, médicos, epidemiólogos, profesionales que manejan datos y evidencia. Aunque se reconoció que, en Ecuador, por ser una zona lejana a los polos de desarrollo científico, si bien no se ofrecían datos nuevos, estos sí eran clave para explicar terminologías y procesos poco o nada conocidos (P2, entrevista personal, julio de 2022).
Otros periodistas sí reconocieron la búsqueda de fuentes oficiales provenientes de ministerios y organizaciones de Gobierno, así como el acercamiento a los establecimientos de salud donde se atendía a los pacientes, para posteriormente hacer un contraste de información y finalmente divulgarla (P6, entrevista personal, julio de 2022).
También están los periodistas que se vieron obligados a buscar la mayor parte de información de sus notas en internet. Por ende, ello los llevó a enfrentar los efectos de la infodemia de redes sociales, que fue el principal lugar de búsqueda de información dada la inmediatez y el enfoque coyuntural.
Internet no es para nada una fuente confiable, inclusive dentro de unas de las más confiables, que para mí es Twitter, hay que ver quien escribe, ya que circulaba mucha información falsa y no era posible comprobar de dónde venía. (P7, entrevista personal, julio de 2022)
Internet, en cierta medida, sí es una fuente confiable, pero en cuanto a las redes sociales, por su gran alcance y accesibilidad para todo público, hay que tener cuidado, puesto que las redes sociales no siempre dan credibilidad. (P6, entrevista personal, julio de 2022)
Ninguno de los periodistas señaló haber realizado la búsqueda en artículos científicos o fuentes especializadas además de la OMS. La complejidad inherente a los temas de salud y ciencia exigió una comprensión profunda para comunicar de manera precisa y contextualizada. En ese sentido, los periodistas coinciden en que la realidad ecuatoriana en cuestiones relacionadas al desarrollo de la ciencia y al propio desconocimiento sobre las fuentes idóneas para abordar los temas limitaron la cobertura desde este encuadre (P8, entrevista personal, julio de 2022), lo cual hizo que los periodistas fueran más susceptibles a la desinformación y al sensacionalismo.
Ni de lejos en el país se ha cubierto de forma idónea los temas de salud relacionados con la COVID-19, más bien han generado confusión, … teníamos que buscar información de fuentes internacionales oficiales como la OMS para estar claros. Sí faltó profesionalismo que, aunque puede ser justificado por tratarse de algo desconocido para todos, sí generó difusión de contenidos errados. (P4, entrevista personal, julio de 2022)
Otro aspecto que representó dificultad fue la comprensión de las temáticas científicas y médicas, “en un afán por simplificar los términos y los temas, una salida para algunos fue ponerlo todo en términos tan coloquiales que se perdía el sentido de todo” (P10, entrevista personal, julio de 2022). Esto conllevó a que los periodistas opten por limitarse a transcribir las informaciones de sus fuentes, sin mayor contextualización, contraste ni verificación (P9, entrevista personal, julio de 2022).
Otro problema identificado por los periodistas reside en la falta de práctica para realizar coberturas en situaciones de riesgo. La primera impresión de algunos fue que solo en los hospitales estaban expuestos al peligro; sin embargo, fue en las calles donde muchos periodistas fueron blanco de violencia.
Sabíamos cómo hacer nuestro trabajo, pero había un alto riesgo de contagio, varios compañeros sufrían de robos en las calles. Nos tocaba movilizarnos la mayor parte a pie y casi sin seguridad, nos preocupaba llegar con los equipos y a salvo … a otros los despidieron porque los medios quebraron. (P8, entrevista personal, julio de 2022)
Por otro lado, al hablar de procesos de contraste y verificación, a pesar de que los periodistas reconocieron a este como un ejercicio prescriptivo en sus rutinas productivas, destacaron la dificultad de su desarrollo principalmente por el papel de las fuentes oficiales en la información de la pandemia. Así, en no pocas ocasiones, “estas se contradecían al señalar información oficial, por lo cual algunos periodistas decidieron publicar la información tal como lo decía la fuente, con la finalidad de evitar errores de interpretación” (P1, entrevista personal, julio de 2022). Los periodistas reconocen que esta no es la mejor práctica, a la cual denominan “unifuentismo”, que contempla el abordaje de una única fuente de información y comúnmente conlleva la reproducción de la información que ofrece al periodista, con poca o escasa edición, en palabras de Villamarín Carrascal (2013) se trata de una “práctica contraria a la contrastación … más cerca de la propaganda que del periodismo” (p. 26).
El acceso a las fuentes oficiales es un tema de amplia coincidencia entre los entrevistados, especialmente debido a la falta de especialización sobre temas científicos. En este caso, las fuentes gubernamentales fueron las más consultadas por los periodistas, pocos señalaron haber buscado a especialistas de las ciencias médicas para buscar información y otros destacaron la búsqueda de contenido en otros medios de comunicación como la vía para verificar un dato.
Finalmente, respecto a las necesidades de formación, los periodistas reconocen que la pandemia los puso frente a eventos que no pudieron contar adecuadamente desde el enfoque científico y médico debido a falta de formación y entrenamiento. “Prácticamente en todo el mundo, y para todos quienes hacemos el periodismo, ha sido un aprendizaje con respecto a este tema” (P3, entrevista personal, julio de 2022). Asimismo, se indicó lo siguiente: “Para este tipo de cobertura se debe estar no solo capacitado, debe ser un profesional especializado en el tratamiento de temas de salud y saber desenvolverse en contextos de emergencia y de peligro para el periodista” (P7, entrevista personal, julio de 2022).
En ese marco, sostienen que las condiciones en las que la profesión se desarrolló en la cobertura de la pandemia no fueron idóneas. Esta situación se debió a la alta exposición directa a la que estuvieron sometidos los periodistas por la obligación de recoger información para sus medios y la necesidad de mantener sus empleos. Además, generó dificultades en la búsqueda de información de calidad, afectó la calidad de vida de los periodistas y el deseo de dejar su empleo (Bustamante-Granda et al., 2021).
Los periodistas coinciden en que esta formación debería provenir de las carreras de periodismo y comunicación, pero que los medios, los gremios periodísticos e inclusive el Estado deberían ser corresponsables de actualizar los conocimientos de sus periodistas que hoy en día deben buscarla de manera autónoma.
Uno de los periodistas reconoce: “Deberíamos profundizar más los temas que abordamos, incluso deberíamos aprender a contrastar y lograr mejores investigaciones periodísticas, conocer términos médicos y científicos, ya que se comenten muchos errores en ese aspecto” (P5, entrevista personal, julio de 2022). Esta afirmación se complementa con el reconocimiento de la necesidad de la formación: “Siempre es necesario el tema de la formación, de la capacitación, para que todos los temas puedan ser tratados con propiedad, ya sea para los periodistas que ejercen como para quienes se encuentran en formación” (P1, entrevista personal, julio de 2022).
Del mismo modo, esta formación es concebida como parte de una responsabilidad propia del periodista, que no debe ser dependiente de su empleador:
Es necesario capacitarnos en temas tanto de salud, ciencia y sobre todo tecnología, que es tan cambiante, pero eso creo que depende más de un trabajo propio más que de los medios o las universidades. Creo que ambos llegan a un punto, el resto depende de nosotros como profesionales. (P9, entrevista personal, julio de 2022)
Lo mencionado por los periodistas en las entrevistas se contrastó a través de un ejercicio de análisis de contenido de las noticias con enfoque médico y científico publicadas en cuatro tipos de medios: radio, televisión, medios impresos y digitales.
Contenidos difundidos por los medios
En los medios analizados se encontró más de 1826 noticias publicadas sobre la COVID-19 entre los meses de marzo y junio de 2020. De ellas se filtró únicamente aquellas cuyo enfoque se centraba en cuestiones de salud y temas científicos relacionados a la pandemia, con lo cual se obtuvo un corpus de análisis de sesenta y seis noticias, como se aprecia en la Tabla 3.
Es importante destacar que para el análisis se consideraron solamente aquellas publicaciones que provienen de la producción propia del medio y se excluyeron las obtenidas de agencias. En los buscadores de cada medio se utilizó como criterio de búsqueda el término: COVID-19.
Tabla 3
Unidades de análisis sobre COVID-19 – relacionadas con la salud
Medio |
Marzo |
Abril |
Mayo |
Junio |
Total |
Diario El Mercurio |
9 |
12 |
8 |
7 |
36 |
Radio La Voz del Tomebamba |
2 |
2 |
2 |
2 |
8 |
Medio digital Red Informativa |
3 |
2 |
2 |
2 |
9 |
Unsion Televisión |
2 |
4 |
3 |
4 |
13 |
Total de unidades de análisis, |
16 |
20 |
15 |
15 |
66 |
En abril, el mes de mayor producción, se registraron veinte noticias debido al inicio del confinamiento obligatorio por la pandemia de COVID-19 en Ecuador. Esta situación generó una gran producción informativa en los medios, pero también dio lugar a la proliferación de noticias falsas, que obstaculizó el flujo de información y las acciones de contención.
La cobertura de la COVID-19 en los medios se centró principalmente en aspectos políticos y sociales, la cual destacó datos, medidas de prevención y seguridad, cifras y el uso adecuado de equipos de protección. Sin embargo, las noticias con un enfoque de salud han sido menos frecuentes.
En cuanto a las fuentes utilizadas por los medios analizados, se observa que el diario El Mercurio tiende a utilizar tres o más fuentes en la mayor parte de sus notas informativas, lo que demuestra un interés por ampliar la información y ofrecer visiones diversas. Radio La Voz del Tomebamba mayormente utiliza una sola fuente, especialmente en entrevistas durante transmisiones en vivo.
El medio digital Red Informativa también tiende a depender de una sola fuente, especialmente en entrevistas, al igual que Unsion Televisión. Por lo general, estas notas publicadas en vivo se tratan de entrevistas realizadas a especialistas de la salud en diferentes áreas, así como el uso de datos de los diferentes organismos e instituciones pertinentes. En cuanto al uso de dos fuentes, se observa que es menor, con un porcentaje del 15 % de notas, utilizado cuando quieren comparar la información. Esto concuerda con la observación de los periodistas respecto al unifuentismo como una práctica periodística negativa.
En cuanto a la utilización de tres o más fuentes también es considerable, ocupa el 38 % de las notas, específicamente para el contraste de información, sobre todo para contar la misma historia desde diferentes perspectivas y con diferentes criterios, lo que evidencia que el medio sí realiza una comparación de datos.
A diferencia de los demás medios, el diario El Mercurio tiene un valor más alto de notas en el uso de 3 o más fuentes (véase la Tabla 4). En Unsion Televisión, toda nota cuenta con al menos una fuente; por ello, el uso de ningún tipo de fuente carece de valor.
En la Tabla 4 se observan los valores que los medios de comunicación analizados utilizan en cuanto al número de fuentes. En general, se aprecia que existió un sesgo en la cobertura de los temas médicos y científicos.
Tabla 4
Uso de fuentes de información
Medio |
Una fuente |
Dos fuentes |
Tres o más fuentes |
Ninguna fuente |
Diario El Mercurio |
9 notas |
11 notas |
15 notas |
1 nota |
Radio La Voz del Tomebamba |
5 notas |
1 nota |
2 notas |
0 notas |
Medio digital Red Informativa |
4 notas |
2 notas |
1 nota |
2 notas |
Unsion Televisión |
6 notas |
2 notas |
5 notas |
0 notas |
Total |
24 notas |
16 notas |
23 notas |
3 notas |
Estos resultados sugieren que, aunque algunos medios tienen hábitos de contraste de información, otros muestran niveles más bajos en este aspecto. La investigación resalta la importancia de analizar las prácticas periodísticas locales para comprender la dinámica de la información durante la pandemia.
En cuanto al tipo de fuentes que se abordaron con más frecuencia, la Tabla 5 muestra que fueron las fuentes oficiales nacionales, las cuales se componen de voceros de instituciones como la Policía Nacional, la Fiscalía General del Estado, los diferentes ministerios, de modo especial el Ministerio de Salud Pública (MSP), la presidencia y vicepresidencia, alcaldías, prefecturas y COE, seguidas de las fuentes expertas, fuentes oficiales a nivel internacional conformadas por organismos e instituciones como la OMS, y finalmente los voceros de otras instituciones.
Tabla 5
Tipos de fuentes en las unidades de análisis
Tipo de fuente |
Porcentaje de unidades |
Oficial (autoridades: presidente, ministros, gobernador, alcalde, representantes del COE, etcétera) |
36 % |
Fuentes expertas (médicos, investigadores) |
27 % |
Organismos e instituciones internacionales |
13 % |
Agencias |
9 % |
Ciudadanía |
7 % |
Voceros (jefes de prensa) |
6 % |
Esta información demuestra que el principal énfasis se ha dado en cubrir el discurso oficialista proveniente de autoridades y del sector político en general, que es el que domina la agenda informativa tradicionalmente, en lugar de expertos en temas de salud e investigación científica.
En la Tabla 6, se observan los tres temas con más relevancia. Con un 32 %, el origen y avance del virus fue un tema de mucho interés que mantenía a la ciudadanía informada sobre de qué manera se iba desarrollando y avanzando el virus en toda la población. Con un 25 %, las medidas de prevención, en este contexto, fue un tema que abordaba la información de todas las acciones de bioseguridad y prevención que se debían adoptar para tratar de frenar el avance de la COVID-19. Con un 13 %; los síntomas del virus fue un tema que trató las sintomatologías que se muestran en las personas contagiadas, sin generalizar, por tratarse de una enfermedad que no se manifestaba de igual manera en todas las personas, cuya importancia radicaba en su tratamiento desde diferentes perspectivas.
Luego, se muestran los tres temas con una pertinencia moderada. Con un 10 %, los estudios de posibles vacunas fue un tema que tuvo mucha relevancia, sobre todo al tratarse de la posible cura de una enfermedad que afectó a prácticamente todo el planeta y que cobró muchas vidas humanas, específicamente porque no se sabía cómo tratarla. Con un 8 %, el tema de la salud física y mental fue abordado por los medios de comunicación cuencanos analizados, que vieron la importancia de divulgar contenido relacionado a las actividades físicas que se pueden realizar en el confinamiento, sobre todo para ofrecer consejos para el cuidado de la salud física y mental. Con un 7 %, las prendas de bioseguridad fue un tema que se abordó como necesario para la protección, de manera especial, de las personas que se encontraban en primera línea de contagio, por ejemplo, el personal encargado de desinfección, toma de temperatura y saturación, así como el personal médico, el personal que realizaba el levantamiento y traslado de cadáveres, etcétera.
Por último, se presentan los dos temas con menos trascendencia. Con un 3 %, el tema del uso adecuado de la mascarilla se abordó desde el inicio de la pandemia por la COVID-19. Los medios en análisis lo señalaban como una prenda más de prevención ante los contagios, realizaban recomendaciones de su uso, pero era mucho menos abordado que los temas antes mencionados. Con un 2 %, se encuentra el tema de los mitos sobre el uso de la medicina alternativa o natural. Los medios no le brindaron mucha importancia, puesto que las fuentes casi en su totalidad surgían de ciudadanos, quienes al sentir mejoría al usar algún tipo de medicina natural o alternativa, por ejemplo, el jengibre, el ajo o el eucalipto, divulgaron sus propios testimonios sin tener un estudio que los avale. En este sentido, no se observa un abordaje del tema con apoyo de los expertos para ampliar esta información que se limita a simples experiencias de los ciudadanos, a pesar de la gran cantidad de contenido relacionado a posibles curas que se viralizaron en redes sociales.
Tabla 6
Temas presentes en las unidades de análisis
Temas |
Porcentaje de unidades |
Origen y avance del virus |
32 % |
Medidas de prevención |
25 % |
Síntomas del virus |
13 % |
Estudios sobre posibles vacunas |
10 % |
Salud física y mental |
8 % |
Prendas de bioseguridad |
7 % |
Uso adecuado de la mascarilla |
3 % |
Mitos sobre el uso del ajo, jengibre y otros productos naturales |
2 % |
En la Tabla 7, se determina que el principal enfoque de los temas presentes en las unidades de análisis es el médico-científico. Sin embargo, como se observa en la columna de la derecha, las fuentes que se abordan para su tratamiento distan de ser las idóneas en el 100 % de los casos, pues prevalecen las fuentes del ámbito del Gobierno y la política en general. Inclusive, estas fuentes trataron notas relacionadas a uso de mascarillas, pacientes con enfermedades catastróficas y medidas de cuidado que, en este caso, eran informadas por autoridades de la provincia. En cuanto a los mitos sobre el uso de posibles curas como jengibre y otros productos naturales, estas informaciones han sido presentadas de forma más superficial, dado que no cuentan con aportes desde el ámbito médico-científico, sino que se limitan a experiencias de usuarios, lo cual coadyuvó a la desinformación.
Por otra parte, uno de los temas que ganó espacio en los medios, debido a las prevalencias que se hicieron evidentes desde los primeros meses de confinamiento, fue el de salud mental, para cuyo abordaje también se observa la búsqueda de expertos en el área. Las publicaciones se enmarcaron en las recomendaciones para evitar enfermedades como depresión, ansiedad, entre otras.
Tabla 7
Enfoque de los temas presentes
Temas |
Enfoque temático |
Fuentes abordadas |
Origen y avance del virus |
Nuevos casos del virus Es más letal que la gripe Falta de insumos Científico Muertes a causa del virus Contagio comunitario Susceptibilidad ante el virus |
Ministro de Salud Pública Especialista en ciencia Especialista en biología molecular |
Medidas de prevención |
Control de temperatura, colocación de alcohol Lavarse las manos No aplicar químicos directamente al cuerpo Medidas aplicadas en el sistema sanitario Recomendaciones médicas |
OMS MSP Médicos COE |
Síntomas del virus |
Sintomatología Asintomatología Médico |
Médico Ministro de Salud Pública |
Estudios sobre posibles vacunas |
Médico científico Tecnológico medico científico Triple terapia de antivirales Células madre y transfusión de sangre Ensayos con hidroxicloroquina Ensayos clínicos |
Médico Organismos e instituciones internacionales como laboratorios y farmacéuticas |
Salud física y mental |
Nutrición clínica Actividad física Insuficiencia cardiaca Sedentarismo y mala alimentación Afecciones en la salud Motivación mental y dieta |
Nutricionista Médico deportólogo Cardiólogo Psiquiatra |
Prendas de bioseguridad |
Donación de prendas y pruebas a personal médico Entrega de prendas a SOLCA Crisis económica Donaciones |
Ministro de Salud Pública Médico |
Uso adecuado de la mascarilla |
Responsabilidad ciudadana Medidas de prevención |
Líderes COE Voceros OMS Personal de Ministerio de Salud Pública |
Mitos sobre el uso del ajo, jengibre y otros productos naturales |
Desinformación Medicina alternativa |
Médico Ciudadanía |
Es importante que los profesionales del periodismo que investigan temas de salud y ciencia colaboren estrechamente con expertos en la materia para garantizar la exactitud de la información proporcionada (López-Pérez & Olvera-Lobo, 2015). Además, es esencial que se comuniquen de manera clara y comprensible, de modo que se evite la propagación de desinformación y se contribuya así a la educación mediática del público.
La cobertura periodística en este contexto requiere abordar aspectos como la disponibilidad de recursos médicos, el acceso a servicios de salud, las estrategias de contención adoptadas por las autoridades y el impacto psicosocial de la crisis en la población. En ese marco, la ética profesional y la responsabilidad social son pilares fundamentales en la práctica del periodismo de salud durante situaciones críticas.
CONCLUSIONES
El periodismo en tiempos de crisis cumple un rol esencial al proporcionar información precisa, relevante y oportuna que contribuye a la comprensión y gestión de la situación por parte del público.
Esta investigación se propuso caracterizar la cobertura de los temas científicos y de salud que realizaron los periodistas de Azuay, Ecuador, durante la primera ola de la COVID-19. Tras analizar las entrevistas y el contenido de los principales medios azuayos, se comprobó la hipótesis planteada al inicio del estudio que sostenía que existe una falta de profundidad en los enfoques médico-científicos de las noticias. Esta carencia se atribuye a la falta de experiencia y conocimiento entre los periodistas respecto a la gestión de información, búsqueda y acceso a fuentes, lo que resultó en una cobertura limitada y poco profunda de estos temas. Adicional a ello, se reconoce que las restricciones de movilización y la falta de fuentes expertas a nivel local dificultaron el abordaje de los temas científicos y de salud, los cuales exigen una comprensión profunda para comunicar de manera precisa, contextualizada y lo más cercana a la verdad.
El uso de fuentes se percibe como fundamental para la credibilidad y el valor de las noticias. Aunque una gran parte de los medios emplea múltiples fuentes, hay una práctica consolidada que apunta al uso de una única fuente, que es, por lo general, oficial y perteneciente al Gobierno. Ello sugiere una necesidad de diversificar las fuentes para mejorar la calidad informativa y motivar el contraste y verificación de la información, sobre todo debido a los errores de información que se cometieron desde las mismas fuentes oficiales. De este modo, la dependencia de las fuentes oficiales y gubernamentales para tratar temas médicos y científicos limitó la variedad de perspectivas y la posibilidad de crear contenidos periodísticos críticos y contextualizados. Un aspecto que influye en esta situación ha sido la dificultad para identificar fuentes expertas a nivel local.
Los temas que mayormente fueron abordados en las notas sobre salud y ciencia se enmarcaron en el origen y avance del virus, las medidas para prevenir el contagio, los síntomas de la enfermedad, las investigaciones sobre posibles vacunas y la salud física y mental.
Los riesgos y desafíos que los periodistas identifican se relacionan con su falta de entrenamiento para desarrollar coberturas en situaciones de riesgo, que a su vez generó preocupaciones sobre la seguridad y estabilidad laboral de los periodistas. Del mismo modo, la exposición directa a la información y la falta de condiciones idóneas para el ejercicio de la profesión afectaron el desarrollo de la cobertura. Los periodistas reconocen una necesidad de mayor preparación en temas relacionados con la ciencia y la salud, que al momento ha sido abordada de manera autónoma con la búsqueda de cursos y capacitaciones que en el contexto local son escasos y costosos, pues la mayor parte de ellos se ofertan desde las universidades.
Investigar a los periodistas en esta área ha permitido abordar una necesidad local y, sobre todo, proporcionar insights o claves que pueden ser útiles para dar solución a la problemática del abordaje de los temas médicos y científicos por parte de los profesionales de la comunicación. Asimismo, se ha brindado información valiosa sobre la dinámica de la divulgación científica en una región específica en un momento crítico.
Una limitación del estudio radica en el tamaño de la muestra, compuesta por diez periodistas, lo cual puede dificultar la generalización de los resultados a nivel nacional. No obstante, esta limitación ha sido contrarrestada por su utilidad para profundizar en la experiencia de los periodistas que estuvieron involucrados en la cobertura de la pandemia. Además, el número limitado de medios analizados puede no representar completamente la realidad nacional; por lo tanto, futuras investigaciones podrían considerar la ampliación de las muestras de estudio, que permita así explorar posibles diferencias regionales en la cobertura periodística de temas científicos.
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
CONTRIBUCIÓN DE AUTORES
Conceptualización, C. R.; Metodología, E. V. y C. R.; Análisis de datos, E. V. y C. R.
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