Presentación
Comunicación para imaginar
futuros deseables en América Latina
Provocaciones desde el sur global
Una imagen que viajó en cuestión de segundos desde Bogotá (Colombia) a la
serranía cordobesa (Argentina) hace pocas semanas resume en buena medida el
espíritu actual de esta presentación. Es un diálogo entre los reconocidos Doc y Marty McFly,
protagonistas de la película Volver al futuro.
La leyenda que acompañaba dicha publicación sostenía: “Marty, pase lo que pase, NO VAYAS al 2020”. Si bien el filme data de
1985, su actualidad es manifiesta. Entonces aparece la pregunta: ¿es este, a
propósito del título del dosier, el futuro que imaginábamos? Creemos que no, ni
por asomo comenzamos el año 2020 con la expectativa de una pandemia global ni
de la transformación del mundo tal como lo conocíamos. Un ejercicio en
retrospectiva parece acertado: ¿no leímos las señales? ¿Las hubo? ¿Subestimamos
la situación? ¿Qué hicimos con las noticias que venían desde China? ¿Pensamos que a nosotros, hijos del Abya Yala, no nos iba a pasar? ¿Veíamos con extrañeza a otras
poblaciones, que sentíamos lejanas, construir hospitales en cuestión de
semanas, trasladarse con tapabocas por las calles, vimos cómo de a poco
hicieron el movimiento contrario, es decir, comenzaron a confinarse en sus
hogares? Es una buena forma de describirlo: el futuro puede ser entendido en
ese movimiento de repliegue y avance.
De a poco, nuestras cotidianidades y las de nuestros seres queridos
empezaron a modificarse. Con aislamiento social, sin contacto físico,
replegados de nuestros lugares habituales de trabajo, el paisaje vaciado de las
universidades y centros de estudios. Las desigualdades se volvieron más
explícitas en el continente más desigual de todos. Desigualdades porque no
todos tienen una vivienda para hacer la cuarentena, ni acceso al agua potable
para lavarse las manos y el rostro varias veces al día, o una computadora para
seguir con las clases en modalidad virtual. Este futuro que ya llegó sabe a
tendencias estructurales que, más allá de insuficientes esfuerzos
gubernamentales y del rol cada vez más activo de la sociedad civil, cuesta
revertir.
En este nuevo contexto nos preguntamos: ¿cuál es el escenario apuesta para
la comunicación, entendida en su sentido más llano de “comunidad” y “puesta en
común”? ¿Cómo será la comunicación del futuro que ya llegó, signado por nuevos
modos de ser y estar juntos?
Estos interrogantes no estaban en la imaginación de las
editoras al proponer el tema del dosier, así como tampoco en el horizonte de
los autores que escribieron ni del equipo editorial de la revista. Sin embargo,
“Comunicación para imaginar futuros deseables en América Latina” puede ser
parte de un escenario apuesta desde la investigación, la docencia, los estudios
de posgrado, el trabajo con las comunidades; es decir, desde nuestras prácticas
cotidianas anteriores, aunque de manera reinventada.
Si decimos “imaginación”, podemos recurrir a la clásica y
vigente definición del sociólogo norteamericano Charles W. Mills (1959), para
quien la imaginación sociológica permite “comprender el escenario histórico más
amplio en cuanto a su significado para la vida interior y para la trayectoria
exterior de la diversidad de individuos”, es “captar la historia y la biografía
y la relación entre ambas dentro de la sociedad”. Es, en definitiva, la
“capacidad de pasar de una perspectiva a otra”, de las “transformaciones más
impersonales a las características más íntimas del yo humano” (p. 26-27). La
imaginación, por tanto, vincula la biografía y la historia; otorga capacidad de comprensión sobre los
acontecimientos al establecer relaciones amplias, asignando
sentido al lugar que vamos teniendo en la época que vivimos. Para nosotras, como
investigadoras del campo de la comunicación, implicó la tarea de tentar a otros
interesados en la labor de imaginar —es decir, vincular sus propias biografías
con los hechos de los que forman parte— futuros deseables, escenarios apuesta
para y con las poblaciones de América Latina. ¿Cómo nos fue en esa invitación?
Recordamos brevemente un pasaje de la convocatoria al dosier:
Para Antonio Pasquali, el devenir pasa por
comunicar en sociedades diversas con inclusión, equidad y democracia, porque “solo
la diversidad es fecunda”.
En tanto el argentino Gustavo Cimadevilla,
actual presidente de ALAIC, señalaba: “La comunicación puede estar en el medio,
antes o después, dentro o afuera, pero nunca ajena a las tensiones que esas
luchas implican y que las tensiones humanas sostienen”.
Si asumimos que el futuro es un ejercicio de construcción colectiva y
que involucra a diversos actores, la comunicación puede pensarse como el
escenario o territorio que posibilita el encuentro para consensuar o debatir
tales visiones. En ese sentido, nos preguntamos: ¿qué futuros se están
pensando/imaginando en nuestro continente? ¿Qué actores lideran esas visiones?
¿Está la comunicación acompañando, mediante acciones profesionales o de
generación de conocimiento, esos procesos de construcción colectiva? ¿Hay
visiones de futuro en tensión? ¿Hay futuros impuestos? ¿Consensuados?
¿Visibilizados? ¿Invisibilizados? (Kenbel y García Corredor, 2019)
A partir de estos interrogantes recibimos contribuciones
provenientes de Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia y Alemania. Contribuciones
de investigadores, estudiantes de posgrado, docentes y periodistas con
preocupaciones diversas. El modo en que organizamos su presentación léase
también como el proceso mediante el cual los autores y las editoras pensamos,
reflexionamos e imaginamos los futuros deseables.
Las coordenadas para seguir el dosier llevan al encuentro
del lector tres ejes que se configuran así. La primera parte reúne tres textos
que, a manera de reflexiones epistemológicas, teóricas y metodológicas, aportan
a la configuración del campo de conocimiento de la comunicación social. En la
segunda parte, los artículos trascienden las reflexiones epistémicas para
contar experiencias de investigaciones empíricas del uso de la técnica, en sus más
variadas formas de aparición, tema obligado para los estudios de la comunicación, cuando ya desde Eco (1964), tenemos una
lectura que resulta intensa al afirmar que el juego se establece entre apocalípticos
e integrados. Aunque esta lectura hoy sugiere cierto reduccionismo, desde allí
se inició el debate para pensar la comunicación masiva en relación con las hoy
llamadas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y las
discusiones que su uso suscita. La tercera parte contiene dos textos que priorizan
la comunicación como proceso de interacción de la comunicación comunitaria,
participativa e implicada. Investigación muy presente en el contexto
latinoamericano.
Las contribuciones
El primer conjunto de artículos trata sobre reflexiones epistémicas,
teóricas y metodológicas, bajo la modalidad de ensayo o trabajo de corte
teórico. Se trata de contribuciones que ponen el foco en la manera en que
producimos conocimiento, en que ese proceso ocurre desde la alteridad, pues sin alteridad no hay cultura ni intercambio. No
obstante, los señalamientos realizados por los autores también resaltan que ese
carácter intersubjetivo en la construcción del conocimiento no está exento de
las pujas de poder que se disputan fundamentalmente en los modos en que
representamos a los otros.
Pedro Russi, docente e investigador
de la Universidad de la República (Uruguay), inicia el dosier temático con “Epígrafes. Imaginaciones deseables y otras
epistemes”. El autor indica que “la gracia de un universo sin un centro claro es que depende de nosotros
dónde ubicarlo y cambiar nuestra perspectiva”. Su
propuesta “no es dar conceptos
o definiciones, sino compartir ideas como cuando estamos conversando”, pues
“imaginar futuros es ponernos a disposición para ser devorados por aquello que
nos sorprende”. “Sentipensar quiere decir e implica
hacerlo desde el corazón, desde las entrañas, es visceral, con las tripas”.
Desde este posicionamiento, Russi nos plantea una
serie de reflexiones que, si bien parten del ámbito educativo, cuestionan el
sentido de la comunicación con minúscula
o la Comunicación con mayúscula, en tanto “juego epistémico y lingüístico”. A
través de un texto cercano a prácticas
alquímicas como la cultura, la interacción o la cocina: mezcla de invención,
deseo y placer, nos propone la necesidad de comprender e imponernos la
reinvención de la imaginación, el deseo, la palabra y la utopía de
producir/pensar un nuevo espacio para la vida y sus vínculos activos de
transformación.
Continúan las reflexiones de este primer conjunto
de contribuciones, las provenientes desde Brasil con el trabajo de Eloy Santos
Vieira (Universidade do Vale do Rio dos Sinos) y Leila
Lima de Sousa (Universidade Federal do Maranhão y Universidade
do Vale do Rio dos Sinos), titulado “Epistemologias e descolonização
na América Latina: compreendendo as mediações e a transmetodologia
como práxis epistêmico-metodológicas
transformadoras”. Los autores ubican a la
comunicación en diálogo con la cultura como el momento que constituye la
institucionalización del campo de conocimiento. A partir de este hito,
recuperan la figura metafórica de las “culturas bastardas” del investigador colombiano Omar Rincón, como
punto de partida para “convocar mais algumas
formas ‘bastardas’ de ver o mundo”. Estas maneras de comprender lo que sucede
en América Latina precisan de “processos de contraposição epistêmica, de
desvinculação do genuíno ocidental, a partir da ‘pluridiversidade’ (Mignolo,
2008, p. 300)”. Se trata de una toma de conciencia de nuestro mestizaje y del
desarrollo de una “identidade política de resistência”. Así los autores apuntan
a la necesidad de reivindicar lo que llaman “epistemologias transformadoras”
y los métodos que
posibiliten el “diálogo com os sujeitos pesquisados, verificando que a
experiência humana e os vários tipos de conhecimento devem estar unidos e serem
a base da pesquisa em Comunicação social do século xxi”.
Por último, en este primer grupo de contribuciones
se encuentra el texto de Eduardo César
Augusto Muro Ampuero (Universidad de Bonn, Alemania),
titulado “Vestigios coloniales en la representación del
Otro: un reto para la comunicación decolonizadora”. Los objetivos del trabajo recorren cómo a
partir de una cierta forma de producción de conocimiento (con directas
implicaciones en la historia como disciplina) se produce un paradigma en donde
las representaciones de lo indígena ocupan un lugar subordinado en las
relaciones intersubjetivas de las sociedades. También presenta algunos ejemplos
sobre estos vestigios representacionales de lo indígena todavía presentes en la
sociedad peruana, sobre todo, difundidos a través de los medios de
comunicación; y, por último, busca reflexionar sobre lo anterior en el marco de
una comunicación decolonizadora. El texto analiza el
problema de las representaciones que se instalan como única verdad en los
imaginarios ciudadanos y alude también al lugar de la comunicación de masas y
el de la educación en las aulas. Lugares donde prevalecen los discursos y las
representaciones del poder. La publicidad, como ejemplo del posicionamiento de
estereotipos que hoy, más que nunca antes, vemos en las múltiples pantallas cómo
reproducen estas narrativas patológicas y excluyentes. Se reclama una
comunicación decolonizadora que cumpla con los
principios básicos de respeto y el reconocimiento de la “otredad” como
principio de generación de las identidades y de las diversidades. Se reflexiona
acerca de que los medios de comunicación exploren a fondo las múltiples fuentes
para ofrecer información densa en abordajes complejos y con sentido colectivo.
El segundo grupo de contribuciones se distingue de las anteriores
porque se pasa de reflexiones epistémicas, con énfasis en las búsquedas
teóricas y metodológicas, a experiencias de investigaciones empíricas y
sistematizaciones de prácticas. El eje que vertebra a este segundo conjunto se
asienta en las TIC y las discusiones en torno a las posibilidades que ofrecen,
los obstáculos que se presentan en algunas poblaciones para su acceso y
apropiación, así como los conflictos que se suscitan en el mundo del trabajo.
Encontramos aquí contribuciones provenientes de Colombia, Brasil y Argentina.
Inaugura este grupo el trabajo de Tania Cobos de la
Universidad Tecnológica de Bolívar, Colombia, el cual lleva por título “Las industrias periodísticas en la era de internet:
el caso de los medios noticiosos colombianos en Google News Colombia”. La llegada de la web, y la posterior aparición de
las aplicaciones, también trajo consigo el surgimiento de nuevas formas de
distribución del contenido noticioso de la mano de las compañías tecnológicas
que incrementan exponencialmente su exposición a diferentes públicos y abaratan
costos. Una de estas formas son los “agregadores de
noticias”. Un ejemplo de ellos es Google News, un servicio informativo
propiedad de Google que cuenta con 72 ediciones para diferentes países y en
diversos idiomas, así como con una dinámica de mejoramiento continuo, que
también ha suscitado frecuentes y mediáticas polémicas con empresas
periodísticas por su actividad. Este agregador
rastrea la web; agrega los titulares (antes también incluía las primeras líneas),
fotografías y videos de las noticias; y las categoriza y ordena dependiendo de
su temática, fecha de publicación, medio noticioso, entre otros criterios. En
este proceso no intervienen seres humanos, sino que es enteramente automatizado
y ejecutado por un algoritmo. La práctica de agregación que hace Google News se
realiza sin pedir permiso ni pagar licencias por los fragmentos que agrega,
situación que ha sido fuertemente criticada por la industria de noticias en
diferentes países. El artículo presenta los casos de dos medios colombianos
que, frente al cuadro descrito, tuvieron reacciones diferentes, poniendo de
manifiesto las controversias en el mundo del trabajo periodístico y los medios
de comunicación.
De Colombia viajamos a Brasil, al “Encontro Online Cultura
Livre do Sul: a produção cultural comunitária para a construção do comum” de Beatriz Cintra Martins (Universidade de São Paulo), Leonardo Feltrin Foletto (Universidade Federal do
Rio Grande do Sul) y Carlos Eduardo Falcão Luna (Universidade
Federal de Pernambuco). Este trabajo presenta la sistematización de un evento
realizado íntegramente por medio de plataformas digitales, con el objeto de
trascender la experiencia y poner de relieve discusiones en torno a cómo se
construye lo común, tanto en el conocimiento como en las prácticas cotidianas. Los autores
proponen que este diálogo entre saberes locales y culturas populares en red —que
utiliza tecnologías de libre circulación— promueve a su vez la libre
circulación de la cultura y del conocimiento. Mediante una metodología centrada en el análisis de
contenido y la observación participante, esta investigación hace una apuesta
por profundizar en lo que significan los encuentros de colectivos desde la
perspectiva “libre” y la construcción de lo “común”. Un reto que en el campo de
conocimiento de la comunicación resulta sugerente para hablar del uso de
tecnologías o del software libre, que
en coherencia implica la reflexión acerca de este uso en contextos libres o
grupos contraculturales y movimientos de resistencia que usan los soportes de
libre acceso.
En torno a las experiencias de
investigaciones empíricas y con eje en las tecnologías, desde Brasil viajamos
al noroeste argentino, a la provincia de Salta, con la presentación de María
Rosa Chachagua, la cual se titula “Igualdad de posiciones para las juventudes rurales: educación y
tecnología en la provincia de Salta (Argentina)”.
El
análisis de la desigualdad estructural es enfocado a partir de un caso de
educación mediada por tecnologías, y resulta una lectura de los procesos
multidimensionales que se suscitan con la implementación de estas herramientas
en entornos rurales. En la provincia de Salta, la desigualdad se materializa en
la ausencia de servicios, de luz eléctrica, de agua potable, de vías de acceso
a los territorios rurales, en el abandono sistemático. La autora aborda la
problemática de jóvenes rurales vinculados a una educación que implementa la
conectividad como solución para el acceso. Para ello, provoca encuentros en los
que recoge testimonios tanto de profesores como de estudiantes y de
trabajadores, para anclar las narrativas y la observación de las prácticas de
educación y comunicación. Indaga por las proyecciones de vida en el futuro, un
mundo mejor, el cual puede ser configurado desde unas prácticas sociales y de
comunicación que así se lo propongan, en cuanto a gestionar la construcción
colectiva.
Finalmente, el
dosier se completa con dos trabajos que destacan el carácter vincular de la
comunicación, el del cara a cara, ese que también es necesario para construir
futuros deseables. Aquí las contribuciones tienen en común experiencias
desarrolladas con comunidades donde prima la búsqueda de la participación y del
involucramiento.
Por un lado, tenemos
el aporte de Giovana Mesquita y Carolina
Paz de la Universidade Federal de Pernambuco, Brasil, “Integrando comunicación y medicina en la enseñanza
de la comunicación comunitaria: una experiencia brasileña
innovadora”. Las autoras abordan una
experiencia de movilización social, ciudadana, participativa y contrahegemónica, la cual articula un exitoso proceso
interdisciplinario en el nordeste brasilero, donde la comunicación comunitaria
y la medicina se funden en una estrategia dialógica que expande el concepto de
salud hacia otras apuestas más activas de transformación social, desarrollo
humano y buen vivir en comunidad.
La ciudad de Caruaru, en
el estado de Pernambuco, famosa por su tradición artesanal y festiva en toda la
región, viene desarrollando un programa de innovación pedagógico y comunitario
desde el año 2017 en el Centro Académico de Agreste, en alianza con el curso de
comunicación de la Universidade Federal de
Pernambuco. Un programa de enseñanza-aprendizaje, reflexivo y ético, que
establece un vínculo directo entre la ciudadanía y las posibilidades que ofrece
la comunicación en el desarrollo de nuevas dimensiones para producir y apropiar
culturalmente un proyecto más amplio de la promoción de la salud, entendida esta
como un bien social en clave de conciencia, derechos y participación ciudadana
comprometida con la transformación colectiva de la realidad más vulnerable.
Por otro lado, está la contribución de Angie
Tatiana Ramírez Rueda
y Blanca Aracely
López Rueda de la Universidad
Pontificia Bolivariana de Colombia, la cual se titula “Audiovisual participativo: convergencia entre
comunicación y medio ambiente”. El trabajo
sistematiza una experiencia de educomunicación con jóvenes, “Pescando historias.
Memorias de un llanitero”, quienes de forma
colaborativa redescubrieron su territorio por medio de la fotografía,
recuperaron las tradiciones orales de los pescadores con el uso de la radio y a
través del audiovisual elaboraron diferentes narrativas acerca del cuidado de
los recursos naturales. El trabajo se apoya en los lineamientos de la investigación
acción (IA) dirigida a la transformación social en colaboración con la
comunidad. Los audiovisuales resultantes fueron socializados tanto con los
participantes de la estrategia como con los docentes de la institución
educativa a la que asistían los jóvenes.
Como conclusiones,
las autoras resaltan que la comunicación, si bien no logra transformaciones
inmediatas en las comunidades, sí propicia espacios para que las personas
asuman roles activos y juzguen desde su realidad eso que les afecta, pero al
mismo tiempo propongan soluciones. La comunicación termina siendo ese espacio
en el que convergen las ideas y desde el cual se construyen nuevos mensajes que
alimentan el tejido social de las comunidades.
Comunicación para construir futuros deseables
en América Latina
Las contribuciones recibidas nos han dejado grandes enseñanzas en torno a
esa construcción que llamamos “futuro”. En primera instancia, que existen
condicionantes tales como la desigualdad, la cual no se encuentra en abstracto,
sino desde coordenadas definidas en términos de poblaciones, territorios, imposibilidades
de acceso, apropiación y uso de tecnologías diversas (redes, medios de
comunicación, procesos de participación). También señalan que en esa
construcción presente y futura del campo de la comunicación sigue habiendo un
compromiso irrenunciable en términos éticos y políticos, lo que se traduce en
las maneras de construir el conocimiento, con quiénes lo hacemos, en las
elecciones epistemológicas, teóricas y metodológicas que ensayamos en nuestros
trabajos. Que el futuro tiene que ver con los deseos, con lo que las
comunidades tienen para decir, con las movilizaciones, con la participación en
distinta escala y que allí la comunicación, como actuación profesional y
reflexión sobre la práctica, tiene para escuchar y aprender.
Antes de terminar esta presentación, queremos agradecer
profunda y especialmente a los autores de las contribuciones, a los evaluadores
y al equipo editorial de la revista Contratexto,
por la dedicación, profesionalismo y voluntad de compartir que han mostrado en
todo el proceso del dosier.
Finalmente, y retomando algunos de los trabajos,
concebido el futuro como proceso de cambio, precisa del diálogo y no de la
imposición. En términos de Follari (2019), a
propósito de los sesenta años de CIESPAL y en un trabajo donde reivindica la
política en el campo comunicacional, “no
se trata de mirar al otro, sino de mirar con el otro más allá de ambos. Eso
permite superar la particularidad de cada uno, la cual no se salva con la traducción
y el entendimiento, sino solo con la constitución de un ‘interés común’ que
esté por encima de los intereses particulares de cada sector interviniente
(2019, p. 28)”. Aunque estas sean horas de incertidumbres acerca del mundo tal
como lo conocimos, el llamado es a no renunciar a la posibilidad de soñar,
desear, imaginar el futuro para nuestras sociedades. No relegar nuestro
protagonismo, sino reivindicarnos como activos y sentipensantes
protagonistas del nuevo mundo que llegó.
Claudia Alejandra Kenbel
Editora adjunta
CONICET/Universidad Nacional de Río Cuarto,
Argentina
Claudia Pilar García Corredor
Editora adjunta
Pontificia Universidad Javeriana, Colombia
Referencias
Eco, U. (1964). Apocalittici e
integrati. Milán: Casa Ed. Valentino Bompiani.
Follari, R. (2019). ¡Que vuelva la política al análisis comunicológico!
(consecuencias operativas de la epistemología
aplicada). Revista Chasqui,
141, 17-29.
Kenbel, C., y
García Corredor, C. P. (2019). Call For Papers, 33 (2020-1), Comunicación
para imaginar futuros deseables en América Latina. Revista Contratexto. Recuperado de http://bit.ly/C4P_Ctx33-es
Mills, C. W. (1959). La imaginación sociológica. La Havana:
Edición Revolucionaria.