Percepción cultural del trabajo y bienestar. Estudio etnográfico del perfil sociocultural de los pescadores artesanales de Ilo

Nicolás Ortiz Esaine*

Universidad de Lima

Recibido: 31 de mayo del 2023 / Aceptado: 24 de julio del 2023

doi: https://doi.org/10.26439/comunica360.2023.n1.6394

RESUMEN. El presente artículo tiene como objetivo comprender las percepciones culturales sobre bienestar en la vida laboral y personal del trabajador pesquero artesanal de Ilo, en Moquegua, Perú, así como plantear alternativas de mejora para el bienestar durante la labor adecuadas al entorno y realidad cultural de los pescadores. Para ello se emplea la metodología cualitativa y la técnica de la etnografía. El estudio implicó la permanencia en el puerto durante un mes y entrevistar a más de veinte actores relevantes de la actividad en la ciudad y en su contexto de trabajo y vida. Esta técnica permite comprender la confluencia de factores personales, sociales y culturales, al dar a conocer sus motivaciones, actitudes, creencias y conocimientos sobre el tema del estudio. La investigación permitió elaborar diversas sugerencias para mejorar el bienestar laboral considerando el contexto cultural, las facilidades de infraestructura, los modos de comunicación y el apoyo en capacitación para el cambio.

PALABRAS CLAVE: etnografía / pesca artesanal / identidad social

Cultural Perception of Work and Well-Being. An Ethnographic Study of the Sociocultural Profile of Artisanal Fishermen from Ilo

ABSTRACT. This article aims to understand the cultural perceptions of well-being in the work and personal life of artisanal fishermen from Ilo, Moquegua, Peru, as well as to offer alternatives to improve the well-being of the fishermen’s work adjusted to their environment and cultural reality. The research used a qualitative methodology and the ethnography technique. This involved staying at the port for a month and interviewing more than 20 relevant stakeholders in the city and in their work and life

* Magíster en Antropología. Código ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2583-5664. Correo electrónico: nortize@ulima.edu.pe

context. This technique allows understanding the confluence of personal, social, and cultural factors, thus revealing their motivations, attitudes, beliefs, and knowledge about the research topic. The study made it possible to give several suggestions to improve worker well-being considering the cultural context, infrastructure resources, modes of communication, and support in training for change.

KEYWORDS: ethnography / artisanal fishing / social identity

Percepção cultural do trabalho e bem-estar. Estudo etnográfico do perfil sociocultural dos pescadores artesanais de Ilo

RESUMO. O artigo tem como objetivo compreender as percepções culturais sobre o bem-estar na vida laboral e pessoal do trabalhador pesqueiro artesanal de Ilo, Moquegua - Peru, bem como propor alternativas para a melhora do bem-estar laboral que sejam adequadas ao ambiente e à realidade cultural dos pescadores. A metodologia empregada foi qualitativa, utilizando a técnica da etnografia. Isso implicou a permanência no porto por um mês e a realização de entrevistas com mais de 20 atores relevantes da atividade na cidade e no seu contexto de trabalho e de vida. Essa técnica permite compreender a confluência de fatores pessoais, sociais e culturais; revelando suas motivações, atitudes, crenças e conhecimentos sobre o tema da pesquisa. O estudo possibilitou elaborar diversas sugestões para melhorar o bem-estar laboral, levando em consideração o contexto cultural, facilidades de infraestrutura, modos de comunicação e apoio em capacitação para a mudança.

PALAVRAS-CHAVE: etnografia / pesca artesanal / identidade social

1. INTRODUCCIÓN

Ilo es una ciudad peruana de larga historia, que surge a partir de un puerto de influencia inglesa, propia de la época del salitre. Muchas de sus construcciones conservan aún parte de la arquitectura europea del siglo pasado, ya derruida por el tiempo. Esta ciudad depende de la pesca (inmigrantes), minería (ileños) y áreas agrícolas, pero, básicamente, es una ciudad diseñada sobre su puerto, dado que todas sus actividades tienen vinculación con la actividad pesquera o el consumo generado por los trabajadores y empresarios dedicados a la pesca. El carácter concéntrico de esta actividad se evidencia en la forma física de la ciudad: desde la carretera hasta el puerto, Ilo es trazada por una pendiente que desemboca en el mar.

Ilo está dividida formalmente en tres distritos (Ilo, Algarrobal, Pacocha), pero cuenta con ocho zonas diferenciadas claramente: puerto, mercados, balneario, muelle, glorieta, plazas, barrios populares, zona industrial y carretera. El sector popular, que sobre todo incluye a los pescadores, vive en las zonas de las pampas arenosas y en la parte considerada “Alto Ilo”, desde donde sus habitantes “bajan” hacia el puerto. El traslado desde estos lugares al puerto puede tomar hasta veinte minutos. Las viviendas son de material noble sin terminar (se construyen de a pocos), pero sí cuentan con servicios básicos (luz, agua y desagüe), pistas en buen estado y oferta suficiente de servicios.

La pesca es una actividad de alta intensidad, que genera estrés mental y esfuerzo físico. Requiere no solo conocimiento técnico y adiestramiento familiar, sino también una alta vocación por el mar y un temple aplomado para el riesgo. Existiría una dualidad entre la labor de pesca y la vida en la ciudad, una vez desembarcados. En tierra, el pescador está expuesto a un proceso intenso de negociación, en una situación de desventaja, propia de las ansias del desembarque, y de la escasa información sobre los precios de mercado, generada por el estado de desconexión que la navegación supone. Esto genera espacios de constante vigilancia de las actividades, intercambio de información con intermediarios y otros negocios, redes de confianza y un ambiente de relativa tensión en los espacios de descanso. A diferencia del agro, en el cual las inversiones y retornos son de largo plazo, en el caso de la pesca artesanal, la inmediatez de resultados lleva a los trabajadores a tener un rol activo.

La mayoría de los pescadores de Ilo son foráneos, básicamente de familias migrantes de Puno, Huancayo, Tacna, Arequipa y la Amazonía. Entre las diferentes personalidades observadas, algunos pescadores se caracterizan por ser serviciales, tímidos, desconfiados y antisociales, probablemente por alguna influencia de la idiosincrasia de sus zonas de origen. Se ubican en su mayoría en los alrededores del puerto y otros en la plaza central, reunidos en grupos medianos (conformados por cinco personas). Se observa que han incorporado a su discurso la discusión de algunos temas de sostenibilidad, como la no depredación, el no ensuciar el mar, las prácticas de cultivo de especies, la obligatoriedad de no maltrato animal, especialmente por la presencia en el área de lobos marinos y pelícanos, y, sobre todo, la contraposición a los industriales anchoveteros que, desde su perspectiva, depredan la biomasa.

2. MARCO TEÓRICO

La intención básica de toda investigación etnográfica es naturalista: busca comprender las realidades actuales, las entidades sociales y las percepciones humanas (Ortiz, 2016). Tiene que presentarse sin ninguna intrusión o contaminación de medidas formales o problemas preconcebidos. Con este enfoque se seleccionan episodios que son porciones de vida documentadas con un lenguaje natural que representan con la mayor precisión posible cómo se sienten las personas, qué saben, cómo lo saben y cuáles son sus creencias, percepciones y formas de ver y comprender (Guba, 1978). Para Axpe (2003), lo relevante es la práctica etnográfica, que es la que las dota de contenido.

Sanday (2013) refiere que la crítica cultural es el uso de la antropología para revisar aquellos principios que se dan por sentado en la “obviedad” de lo cotidiano o de los saberes comunes. Es también comparar estos fundamentos con las costumbres en otras sociedades. Para autores como Serra (2004), la etnografía se entiende de dos formas: a) como un método de investigación para describir, reconstruir e interpretar la realidad desde un punto de vista analítico de la cultura y estructura social del grupo estudiado, y b) como producto final o informe derivado del proceso de investigación.

Desde el punto de vista de Pujadas et al. (2010), la etnografía se vincula a un triángulo antropológico en el que confluyen tres variables: a) contextual, porque requiere un minucioso trabajo de contextualización histórica, política, económica y social; b) comparativo, porque hace un abordaje teórico comparativo que estimula; y c) interpretativa, porque propicia nuevos problemas e interpretaciones que deben ser respondidas en investigaciones posteriores.

El ingreso a una determinada comunidad es expresión de la tensión de nuestras facultades biológicas con los códigos culturales que vamos adquiriendo. Para Reynolds (2012), los objetos no tienen propiedades y efectos en sí mismos, sino que son las operaciones de distinción que realizamos las que configuran los objetos con los que interactuamos, por lo que nuestra estructura biológica es la que determina el significado de los objetos.

Geertz (2003), en su investigación sobre los paradigmas de la etnografía, realizó una descripción de la información recopilada en sus investigaciones que permitió recabar el máximo de datos, para lo cual construyó un marco en el que, luego de la triangulación de datos, se exponen pautas de comportamiento significativas para los sujetos involucrados. Finalmente, el equipo de investigación realizó un análisis interpretativo del material e identificó tópicos recurrentes. Se realizó un estudio exploratorio, de diseño cualitativo de tipo etnográfico, que hizo factible la observación metódica y estructurada de prácticas sociales para lograr comprender progresivamente la rutina diaria de los sujetos estudiados y dotar al acto interpretativo del investigador de un contexto fundamentado en el diálogo y la observación (Taylor & Bogdan, 1994).

El criterio de identidad de la investigación se consolida a partir de un sistema de influencias entre la definición personal, las influencias del entorno y los discursos sobre los modelos ideales para esta generación. En esta perspectiva social de la identidad (Castells, 1998), se forjan tres formas de construcción social de la identidad. Por ejemplo, está la “identidad proyecto”, que es la propuesta de construcción de una nueva identidad que define su posición en la sociedad y un cambio en las estructuras sociales, la cual se coteja a nivel de identidad proyectada y que responde a la pregunta: ¿cómo me veo en el futuro?, desde su perspectiva en un futuro ideado de éxito.

Estas dinámicas de identidad son construidas o articuladas desde las dimensiones objetivas propias del análisis del contexto económico y social en el que se encuentran inmersos los sujetos, tales como las intenciones subjetivas propias del análisis en profundidad de las personas intervenidas, pasando del nivel descriptivo a una esfera interpretativa que permita una comprensión cabal de la situación de identidad. Los hechos sociales no son coercitivos, sino que tienen sentido y se traducen en intenciones en la mente de los individuos, y en los productos que generan esas lógicas de acción social (Bajoit, 2003): criterio simbiótico entre el contexto social y la esfera individual.

La triada de la representación de la identidad es parte de una negociación entre las esferas individuales de la personalidad y las tensiones de grupo, de lo cual se genera una síntesis creativa de la identidad. Para Augé (1998), las colectividades (los que las dirigen y los individuos) tienen necesidad de pensar simultáneamente la identidad y esta relación. Para hacerlo, deben simbolizar los constituyentes de la identidad compartida (por el conjunto de un grupo), de la identidad particular (de tal grupo o de tal individuo con respecto a los otros) y de la identidad singular (del individuo o del grupo de individuos en tanto no son semejantes a ningún otro).

3. METODOLOGÍA

El presente trabajo plantea el estudio de factores socioculturales como medio para el diseño de alternativas de mejora del bienestar en las actividades productivas artesanales. Fue encargado por el Ministerio de la Producción en un afán de acercamiento a la realidad local de los pescadores artesanales, para conocer su realidad particular de forma empática.

Revisados los reportes estadísticos y consultorías descriptivas, se buscó aplicar el método etnográfico para aportar información contextual. Para ello, se estableció la siguiente guía de análisis:

a) Comunidad: ecosistema. Esta relación refiere a la comprensión de los rasgos que agrupan las formas de pensar, sentir y relacionarse del público. Se analizan los siguientes ejes temáticos:

b) Cotidianeidad: relacionamiento. De esta manera se define el registro, descripción e interpretación de las formas de vida cotidianas y su relación con el objeto de estudio. Se analizan los siguientes ejes temáticos:

c) Códigos: símbolos. Esto alude a la organización de los elementos simbólicos que tienen relevancia en esta comunidad. Se analizan los siguientes ejes temáticos:

d) Cambio: claves. Este hace referencia a la sistematización de las estrategias de adopción y aceptación de nuevas conductas y productos. Se analizan los siguientes ejes temáticos:

El dispositivo metodológico se basó en periodos de observación en distintas localidades, analizando intencionadamente aspectos específicos de los procesos sociales para privilegiar la saturación de los datos. Se utilizó un muestreo no probabilístico, seleccionando a los sujetos del estudio de manera intencionada, según criterios guiados teóricamente. Se emplearon las técnicas de observación participante, conversaciones en un contexto de carácter informal realizadas individualmente en el hogar o un espacio de labores y entrevistas a especialistas.

Las entrevistas duraron entre 90 y 120 minutos y tuvieron un matiz etnográfico, ya que fueron realizadas en los escenarios habituales de los pescadores: el muelle, su casa y los lugares de descanso, lo cual permitió la observación de los elementos culturales presentes.

Mediante la observación del lugar y la forma de vida de los pobladores, así como de la aplicación de entrevistas no estructuradas con distintos personajes de la ciudad, se obtuvo una mayor comprensión de la realidad del lugar, desde las condiciones reales de vida y de trabajo que afectan a los pescadores hasta la dinámica de la actividad pesquera en dicha localidad en particular.

El universo estuvo conformado por los pescadores artesanales residentes en el puerto de Ilo, que participan directamente y por lo menos durante cinco años en la labor de pesca, tanto de manera “embarcada”, en chalanas o bolicheras pequeñas de máximo ocho tripulantes y 32 m3 de capacidad, como por aquellos pescadores artesanales no embarcados que pescan desde el muelle y las peñas con cordeles, anzuelos u otras herramientas, o que se sumergen en labores de buceo. En este tipo de actividad, se le llama “embarcados” a aquellos pescadores que suben a vehículos de pesca para desarrollar su labor, mientras que los no embarcados son quienes pescan en costa u orilla o como buzos.

Además, el universo también consideró exdirigentes y dirigentes de pescadores de una OSPA (Organización Social de Pesca Artesanal) que asumieron el cargo hace no más de cinco años o que están asumiendo actualmente el cargo y tienen una antigüedad no menor de un año en él.

En total, la muestra estuvo compuesta por ocho pescadores artesanales, de los cuales cuatro eran “embarcados” y dos “no embarcados”, así como dos dirigentes. Cabe señalar que todos cumplían con los requisitos antes descritos.

4. RESULTADOS

4.1 Comunidad: sobre su identidad

La lealtad familiar se entendería como el hecho de destinar la mayoría de sus ingresos a la esposa y reservarse un porcentaje para su entretenimiento personal (200 soles), evitando perder el control entre el licor y actos de lujuria. La totalidad de entrevistados son convivientes o casados, y tienen hijos. Por ser muchos mayores de cincuenta años, sus hijos son jóvenes y se encuentran estudiando o realizando algún oficio o profesión. La esposa tiene trabajos eventuales o es comerciante, y también se dedica a las labores del hogar.

La gran mayoría de los entrevistados son de otras provincias cercanas a Ilo: Tacna, Puno, Huancayo, y decidieron ir a Ilo por las oportunidades de trabajo que tenía la pesca. Solo dos de ellos son oriundos del lugar. Por su parte, los pescadores de origen puneño son reconocidos por su ética personal y de negocio enfocada en el emprendimiento y austeridad, reforzada por estar integrados a su cultura, con una tendencia endogámica y vínculos familiares firmes. La característica del pescador es su movilidad, ya que se desplaza de puerto a puerto de acuerdo con los movimientos de marea. Muchos provienen de otras zonas, sin embargo, establecen su familia en la localidad. Ninguno asume tener una segunda familia. Como afirma un dirigente entrevistado: “Soy de Moquegua, vine acá por la pesca, para ganar plata. Había mucha gente que venía, tenía botes y trabajaba”.

Figura 1

Imagen del puerto

Nota. Vista del puerto y muelle desde la parte central de la ciudad y viceversa. Destaca la pendiente de bajada que es parte del desnivel entre la carretera y el mar.

Se definen con orgullo como pescadores, a pesar de manifestar un descontento con la realidad actual de la pesca, ya que su satisfacción es simbólica frente a la eventualidad de los ingresos y el constante debate sobre los beneficios de este oficio, frente a los riesgos y esfuerzos que supone. Reconocen que es un trabajo inestable, pocas veces grato y con perspectivas de empeoramiento. Los participantes afirman que les gusta ir a pescar, por la tranquilidad y la desconexión de la realidad, pero es una actividad muy sacrificada porque demanda gran esfuerzo y los ingresos no son seguros o estables. Las buenas épocas de pesca son eventuales y, en los últimos años, estas han ido bajando debido a diferentes factores como el cambio climático y la intervención del hombre en el ecosistema. Sin embargo, perciben que hacen las cosas bien y, como entre todos se conocen, esta certeza genera un reconocimiento y orgullo personal.

4.2 Cotidianeidad: sobre la pesca

El trabajo del pescador es un proceso de elevada tensión. Implica un capital de riesgo diario, y la posibilidad alta de perder la jornada sin resultados. La capacitación es una demanda recurrente, aunque los pescadores no sienten que es la fórmula de solución a los problemas exógenos de la actividad. Más bien, la información actualizada para la toma de decisiones es considerada fundamental (perciben que de esa manera son sujetos activos más que pasivos).

El pescador de Ilo suele estar de buen humor. Ve en el nuevo día una oportunidad para que las cosas marchen bien. Sin duda alguna el factor que más lo alegra es la presencia del recurso marino que redunda en un buen día de pesca. La buena pesca es lo que hace posible los otros factores que lo alegran: el bienestar de sus hijos y familia, y pasar momentos de diversión y relax compartiendo con ellos o con los amigos. Por otra parte, le molesta la falta de pesca pese al esfuerzo realizado y la falta de apoyo del Estado, reflejada, por ejemplo, en que el terminal de Ilo se encuentra inconcluso y no responde a las necesidades de los pescadores.

Afrontar los retos conforme toca el “día a día”, con relativa resignación, es una característica de pensamiento determinante: en el grupo suele primar el cortoplacismo. Más que con quejas, asumen las circunstancias con creatividad y temple. El pescador es una persona que requiere mantenerse alegre, optimista, para una jornada marcada por lo impredecible y las inclemencias de la naturaleza. La música, bromas, celulares, hasta drogas serían estímulos para hacer frente a estas condiciones. Ante estas, se asumen con poca preparación académica oficial, que los torna resignados ante las circunstancias del entorno y los otros agentes como el Estado y el sector privado. Las condiciones económicas y laborales en que el pescador artesanal viene desarrollando su trabajo, especialmente en los últimos años, han generado que tenga una percepción pesimista acerca del futuro.

Se observan distintos perfiles en cuanto a su apertura social que parecen estar influidos por la idiosincrasia de su zona de origen. Así, algunos puneños son más cerrados en su grupo de confianza. Otros, de origen costero, serían más sociables y encuentran placer en compartir sus conocimientos y experiencia. Los entrevistados que superan los cincuenta años se autoperciben como pescadores experimentados y con amplio conocimiento de su labor. La adultez del grupo también influiría en un carácter más reposado, reflexivo y que ha dejado atrás los desbandes juveniles.

La vida agitada del hombre en el mar exige altas dosis de adrenalina y estimulación (a veces, artificial). Frente a ello, sus expectativas antes de embarcarse son las de lograr grandes resultados en su faena y esto se convierte en una obsesión en la etapa preparatoria previa. Sin embargo, ese afán cambia al desembarco, cuando se produce una “transformación anímica” en búsqueda de sosiego, descanso y afecto, por lo que sus valoraciones pueden ser contradictorias. Por ello, casi en su totalidad mencionaron a la familia como lo más valioso y lo que más procura bienestar, así como los momentos que pasan junto a sus seres queridos. Valoran, además, la satisfacción de llegar a la orilla con buenos resultados de la pesca:

A mis hijos les inculco el día a día, les digo que se esfuercen, siempre se aprende un poco más de algo o alguien, nada en esta vida es comprado. Nadie puede predestinar a nada, hoy día estamos y mañana no. (Pescador no embarcado)

4.3 Comunicación: sobre el bienestar

A partir de lo registrado, se observa que los pescadores tendrían ámbitos de vida claramente separados: trabajo y ocio. En ambos se desenvuelven de forma distinta, con códigos de comportamiento y estados emocionales diferenciados. Separar ambos aspectos es vital, pues distingue esta actividad de lo que sería el trabajo familiar integrado como en el agro o en el comercio.

El descanso y momento de dormir de los embarcados, los que pescan en altura o de punta, es entrecortado, es decir, duermen tramos cortos cada cierto tiempo debido a su permanente estado de alerta. En casa operan los periodos de sueño que en las embarcaciones no pueden cumplirse. Por ello, la mayoría de entrevistados no presenta problemas al dormir, ni insomnio, a excepción de una persona. Por su trabajo duermen varias horas antes de embarcarse en altamar. Por su parte, los no embarcados navegan cerca de la costa, por lo que llegan a sus casas y logran dormir al menos seis horas seguidas durante la noche: “Duermo mis ocho horas normal, cuando me embarcaba no dormía bien, un ojo duermes y el otro está abierto. Tienes que estar a salto de mata” (no embarcado).

El momento de relax ocurre entre compañeros, durante los desembarcos, cuando pueden salir del ambiente aprisionado que supone una embarcación. Esos instantes son de entretenimiento, distintos a los momentos de familia, que son de descanso. En el ambiente familiar priman las actividades que suponen “evadirse” de la tensión de la pesca y de sus espacios de tiempo “muerto” entre las travesías. La mayoría de los pescadores mencionaron usar el tiempo libre para pasarlo con la familia, esposa e hijos, y descansar de sus actividades. También emplean este tiempo para las actividades gremiales, como reuniones y participación en algunas actividades sociales, usualmente de colaboración comunal.

4.4 Cambio: sobre el futuro

Una motivación fuerte para retirarse de la pesca como actividad laboral es el descanso físico. El plan de jubilación está definido y se trabaja en la etapa final para lograrlo. Eso va a la par con un estilo de vida que les permita a los pescadores invertir en un negocio paralelo, en la educación de sus hijos y terminar su casa.

Sus metas se relacionan con el mejoramiento de calidad de vida de ellos y de su familia, principalmente terminar de construir su casa y tener un negocio propio. Reiteran el deseo de dejar la pesca y dedicarse a otra actividad también, porque saben que, en algún momento, la pesca los va a dejar a ellos. En el caso de los dirigentes, el objetivo es jubilarse y encargar las dirigencias a otra persona que continué su labor: “La educación de mi hija, cuando termine, estaré un poco tranquilo. Pero todavía tengo esta obligación” (embarcado).

El uso del internet, cable y equipos de comunicación, además de ciertos intercambios entre barcos internacionales, genera una brecha generacional notoria tanto en lo laboral como en lo personal. Ello ha influenciado también en los estilos de vida familiar, así como en las expectativas sobre vivienda, autos, educación de los hijos, electrónica, espacios de consumo, vestimenta. Frente a la resignación ante la caída de la actividad y la pérdida de identidad comunal, se piensa que los nuevos pescadores (muchos de ellos “golondrinos”) sobreexplotan el recurso y así muestran mejores resultados económicos. Por ello, se está generando una desmotivación sobre la actividad en sus descendientes, lo que puede quebrar el “linaje” y los lazos colaborativos.

En suma, se observa que se trata de personas reflexivas y dialogantes sobre distintos tópicos, como el éxito, la familia, el cooperativismo económico, la vida y la muerte. Más que recibir información, los entrevistados están dispuestos a aportar opiniones y propuestas sobre el manejo de los recursos, la mejora de la actividad y de las condiciones de trabajo, así como planes de desarrollo social y urbano. Perciben que su profesión y percepción sería desdeñada y cada vez más desvalorizada.

Conseguir estabilidad para la familia es parte de sus logros de vida, pero les es difícil imaginarse a sí mismos a largo plazo, dado que sus concepciones de tiempo son de corto plazo. La mayoría de ellos anhela que sus hijos estudien y culminen una carrera profesional o técnica para que de esta manera aseguren un empleo y un ingreso fijo que les permita mejor calidad de vida. Algunos se ven jubilados y descansando, con la vivienda construida: “Me imagino con la casa terminada y mi hija. Ya no en el mar, tal vez dedicándome a la carpintería, arreglos y compartir lo que sé” (pescador embarcado).

Hay épocas buenas y malas, mencionan, por lo que su ingreso es variable y se asume esa realidad como parte de la actividad. Plantear una visión de largo plazo personal y social sería rol de las autoridades y organizaciones involucradas.

5. CONCLUSIONES

Los pescadores ileños entrevistados tienen una visión de la familia como parte de un ideal de estabilidad económica y emocional. Muchos ven en la esposa a la administradora ideal de la economía familiar, activos adquiridos y de sus propios planes de vida; y en los hijos, la esperanza de un cambio de vida, de contexto y hasta una nueva emigración a otras ciudades de vida más apacible.

La pesca está claramente diferenciada como inversión y como oficio de subsistencia. Los enfoques económicos y de filosofía de vida que derivan de ambas labores también se distinguen: el primero se orienta por la búsqueda del máximo beneficio personal versus el segundo, que implica un sentido colectivista y de sostenibilidad a largo plazo.

Además, la pesca forja diferentes tipos de roles. Esto implica una organización fuerte y central, dado el riesgo económico y físico que supone la actividad. De allí que estos trabajadores estén acostumbrados a liderazgos basados en la experiencia, centralizados, viriles y autoritarios. Al mismo tiempo, se forjan sociedades compactas y sólidas, que comparten complicidades y formas de pensamiento similares, producto de la convivencia al límite. Sin embargo, parece que al interior de las travesías se establece una confraternidad que horizontaliza las relaciones. Más que jerarquías, operan funciones.

La percepción de satisfacción por la labor es diferente en cada comunidad y actividad. Diseñar políticas a partir de estas características es fundamental para adecuarse a sus perspectivas de vida presente y futura.

Un puerto como el de Ilo está marcado por la actividad pesquera y la ciudad se va configurando en función a las necesidades y estilos de vida que su población va impregnando. La ciudad adquiere las formas que esta población perfila de forma orgánica, tanto en los espacios productivos como en los de comercio y residenciales. Alrededor de los pescadores, las esposas e hijos se aglutinan, de manera que conforman un sistema sinérgico que tiene al mar como epicentro. Por ello, impulsar el desarrollo de la ciudad está íntegramente vinculado al desarrollo de la población pesquera artesanal.

Por otro lado, la actividad pesquera artesanal estaría perdiendo su atractivo en la generación actual y futura, que abandona la actividad a merced de los industriales. Es una actividad cíclica y que demanda la confluencia de muchos factores contrapuestos (competidores, precio, clima, mareas, equipos) mayor que en otras actividades productivas. La competitividad se ha incrementado a través del uso de tecnología e información.

5.1 Sobre la etnografía

El empleo de esta técnica es clave para poder situar la información declarativa en su contexto real. Resulta una única alternativa frente a las dificultades del idioma producto de un bilingüismo o por un bajo nivel educativo del público. Se complementa de información no verbal adicional.

Los métodos descriptivos tienen la fortaleza de consolidar respuestas, suprimiendo las alteridades, pero así se limitan las posibilidades de data novedosa, al producirse una normalización de la muestra y las respuestas. Por ello, la etnografía resulta clave para los procesos de innovación, para poder diseñar alternativas desde una fuente de información no cotidiana. Permite al equipo gestor obtener otro tipo de información no planificada, y que rompe la continuidad del proceso productivo o de servicio tradicional.

La etnografía supera las barreras culturales cuando el público se muestra hermético producto de la desconfianza hacia las instituciones. Con una guía abierta y una conversación en el lugar de los hechos, permite establecer una relación horizontal que sería difícil lograr con una batería de datos recogidos de manera mecánica e impersonal.

El recojo de la información desde conversaciones en escenario natural, el registro fotográfico, hasta el hecho de trasladarse y pernoctar en la ciudad configuran una oportunidad de lograr empatía y sentirse temporalmente parte de una comunidad. Esto debiera permitir comprender aspectos que van más allá de lo planteado previamente en una guía, estando prestos al descubrimiento de lo no previsto. Asimismo, trascender lo declarativo propio de la labor entrevistadora y convertirse en un agente participante de un espíritu comunal. El método Spradley (1979) presenta la entrevista etnográfica como una conversación informal en la cual van surgiendo preguntas de forma natural, adaptada a los sujetos y las condiciones del contexto, y flexible.

De ahí la importancia de la etnografía, principalmente de su técnica, la observación participante, que, a través de la participación del investigador en la vida cotidiana de las comunidades, nos permite comprender los códigos de sus objetos. Sin embargo, esta técnica se complementa con otra, la entrevista, que, a partir de la conversación con los miembros de la comunidad, nos ayuda a complementar la comprensión de los códigos de sus objetos y el significado de sus prácticas.

5.2 Recomendaciones

A partir de lo recolectado, los entes gubernamentales pueden proponer alternativas de mejora del bienestar laboral, adecuados al entorno y realidad cultural, las mismas que se organizan a partir de la guía propuesta:

REFERENCIAS

Augé, M. (1998). Los no lugares. Espacios del anonimato. Gedisa.

Axpe, M. A. (2003). La investigación etnográfica en el campo de la educación. Una aproximación meta-analítica [Tesis de doctorado, Universidad de La Laguna]. Repositorio institucional de la Universidad de La Laguna. http://riull.ull.es/xmlui/handle/915/9968

Bajoit, G. (2003). Todo cambia. Análisis sociológico del cambio social y cultural en la sociedad contemporánea. LOM.

Castells, M. (1998). El poder de la identidad. Alianza Editorial.

Geertz, C. (2003). La interpretación de las culturas. Gedisa.

Guba, E. (1978). Toward a methodology of naturalistic inquiry in educational evaluation. UCLA.

Ortiz, N. (2016). Etnomarketing. Estrategias de negocio desde las raíces culturales. 360: Revista de Ciencias de la Gestión, 1(1), 136-148. https://doi.org/10.18800/360gestion.201601.005

Pujadas, J., Comas-d’Argemir, D., & Roca, J. (2010). Etnografía. UOC.

Reynolds, M. (2011) Etnografía para marcas y nuevos negocios. B Curious.

Sanday, P. (2013). Un modelo para la etnografía de interés público: la conjunción de teoría, práctica, acción y cambio en un mundo globalizado. Revista de Antropología Social, 22, 199-232. https://doi.org/10.5209/rev_RASO.2013.v22.43189

Serra, C. (2004). Etnografía escolar, etnografía de la educación. Revista de Educación, (334), 165-176. https://redined.educacion.gob.es/xmlui/handle/11162/67344

Spradley, J. (1979). The ethnographic interview. Holt, Rinehart & Winston.

Taylor, S., & Bodgan, R. (1994). Introducción a los métodos cualitativos. Book Print.