SOSTENIBILIDAD
Análisis bioclimático de la tradición
constructiva de la vivienda rural
en la Huasteca Potosina
Bioclimatic analysis of the constructive
tradition of rural housing in the Huasteca
Potosina*
Gloria Calistro Paita
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
orcid.org/0000-0003-3300-748X
Gerardo Arista González
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
orcid.org/0000-0001-5162-2895
Jorge Aguillón Robles
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
orcid.org/0000-0001-7895-3328
Recibido: 30 de junio del 2020
Aprobado: 8 de diciembre del 2020
doi: https://doi.org/10.26439/limaq2021n008.5551
La vivienda rural tiene características propias de cada región, como lo es la autoconstrucción, la utilización de materiales propios de la zona, las técnicas de construcción, los sistemas constructivos, la tecnología con la que se construye (típica de la cultura de la comunidad), así como su conexión con el contexto. El principal objetivo de esta investigación es examinar el comportamiento bioclimático de la tradición constructiva de la vivienda rural huasteca, con el fin de proponer alternativas que ayuden a mejorar las condiciones de la vivienda, así como también realizar un análisis comparativo entre los distintos tipos de materiales.
tradición constructiva, vivienda rural, análisis bioclimático, Huasteca Potosina
Rural housing has characteristics of each region such as self-construction, the use of materials typical of the region, construction techniques, construction systems, the technology with which it is built obtained from the same culture of the community, as well as its connection with the context. The main objective of this research is to analyze the bioclimatic behavior of the construction tradition of Huasteca Rural Housing, to propose construction alternatives that help improve housing conditions, and carry out a comparative analysis between the different types of materials.
constructive tradition, rural housing, bioclimatic analysis, Huasteca Potosina
* Agradecimiento especial para el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por el apoyo para la realización y presentación del trabajo que muestra los avances del Proyecto CONACYT para atender problemas nacionales con convenio N.o 2017-5975.
Introducción, objetivo y método
La vivienda rural ha sido parte no solo de nuestra vida, sino de nuestra historia y cultura; a lo largo del tiempo ha sufrido cambios que han impactado tanto en sus técnicas de construcción como en sus sistemas constructivos. Cada región en nuestro país es diferente, particularmente en las zonas rurales donde existen características muy propias; es por eso que se utiliza el término tipología. La manera de delimitar una tipología es mediante la observación participativa a través de la cual se indaga y documenta el tipo de vivienda que la mayoría sabe construir, así como los materiales y formas que usan (Torres Reyna, 2010); ello nos dará la pauta para identificar esas diferencias y características.
El principal objetivo de esta investigación es realizar un análisis bioclimático de los materiales de construcción de la vivienda rural en la Huasteca Potosina, ubicada en la microrregión Huasteca Norte (véase la figura 1), así como también la identificación de la tipología constructiva de la vivienda rural de esta región.
En muchas partes de México, el concepto de vivienda rural se mantiene inalterado en cuanto a identificación se refiere; pero es difícil que las viviendas del campo conserven sus rasgos y procedimientos tradicionales, ya que diferentes factores (económicos, sociales y ambientales) han impactado en la tradición constructiva de la vivienda rural huasteca.
La tradición constructiva comprende técnicas, materiales y sistemas constructivos. Para fines de esta investigación, los materiales se clasifican en dos tipos: naturales e industriales. Los materiales naturales son aquellos que son extraídos directamente de la naturaleza, por ejemplo, el otate, la madera y la hoja de palma. Los industriales, por su parte, son el block, el cemento y el acero.
Una de las principales características de la vivienda rural es la utilización de materiales propios de la región. Es decir que la naturaleza es la principal proveedora de estos y es pródiga en cuanto a variedad, abundancia y calidad de los mismos (Lárraga Lara, 2014). Sin embargo, la naturaleza no es la única que provee de materiales; también podemos encontrar los materiales industrializados que son obtenidos de proveedores.
METODOLOGÍA
Se seleccionó como caso de estudio la zona teenek del Municipio de Ciudad Valles, en el estado de San Luis Potosí; este municipio forma parte de lo que comprende la microrregión norte de la Huasteca Potosina. Se lo escogió porque es el que tiene mayor cantidad de población en comparación con los demás. Se tomó como unidades de análisis a tres comunidades que pertenecen a la zona teenek: La Subida, La Lima y Rancho Nuevo.
1. La Lima se ubica a 14 km de la cabecera municipal de Ciudad Valles; cuenta con una población de 1579 habitantes.
2. La Subida se ubica a 18 km de la cabecera municipal de Ciudad Valles; cuenta con una población de 1515 habitantes.
3. Rancho Nuevo se ubica a 22 km de la cabecera municipal de Ciudad Valles; cuenta con una población de 315 habitantes.
Se realizó un análisis exploratorio y descriptivo con el fin de identificar las diferentes características de las viviendas. También se aplicó una encuesta a los habitantes de las distintas comunidades seleccionadas como caso de estudio.
La segunda parte de que consta nuestro instrumento de recolección de datos es una ficha técnica con datos geográficos de ubicación de la vivienda, los materiales de los que esta se compone, la distribución de los espacios, el número de personas que la habitan, así como datos geohidrológicos, longitud, altitud y latitud.
Con el análisis de esta información, se obtuvieron las diferentes tipologías de vivienda que se encuentran en la microrregión norte de la Huasteca Potosina:
1. Vivienda tradicional: compuesta únicamente por materiales naturales
2. Vivienda híbrida: compuesta por materiales naturales e industriales
3. Vivienda sustituida: compuesta por materiales industriales
Para el análisis y monitoreo, se tomó como método de estudio el realizado por Armando Alcántara Lomelí y Adolfo Gómez Amador en su trabajo “Desempeño ambiental de la tradición constructiva rural de Colima” (2015).
Análisis de LOS datos obtenidos
En la visita de campo se pudo identificar las diferentes tipologías que se encuentran en las comunidades de la zona teenek, área rural del Municipio de Ciudad Valles, San Luis Potosí (México), así como también los sistemas constructivos y técnicas que aún perduran; sin embargo, se están introduciendo nuevos materiales y sistemas constructivos que están impactando sobre la tradición constructiva.
En la clasificación, se identificó diferentes tipologías de vivienda rural: tradicional, híbrida y sustituida. La vivienda tradicional, hecha con materiales y técnicas propias de la región, se subclasifica así:
El segundo tipo de vivienda rural es la vivienda híbrida, constituida por la combinación de materiales naturales e industriales. Se puede dividir en dos clases:
La tercera y última tipología planteada es la vivienda sustituida, compuesta en su totalidad por materiales industrializados, de la cual también se tienen dos tipos:
De acuerdo con las diferentes tipologías de la vivienda que se encuentran en la Huasteca Potosina (en nuestro caso de estudio, es el Municipio de Ciudad Valles) y las unidades de análisis tomadas (que son de las tres comunidades de la zona teenek), se tiene como primeros resultados que la tipología de vivienda que predomina es la híbrida, compuesta por materiales industriales y vegetales (más del 50 %). En segundo lugar está la vivienda tradicional
(35,5 %) y, en tercer lugar, la sustituida, compuesta principalmente por materiales industriales (14,5 %) (véase la figura 9).
La identificación de las diferentes tipologías nos ayudó a describir las características de las viviendas rurales. En su mayoría, estas están conformadas por sistemas constructivos compuestos por los dos diferentes tipos de materiales: naturales e industriales (véase la figura 10).
Análisis BIOCLIMÁTICO DE LOS MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN
DE LA VIVIENDA RURAL EN LA HUASTECA POTOSINA
El principal objetivo de esta investigación es incidir en la preocupación que se tiene actualmente por el impacto que está sufriendo la vivienda rural en la Huasteca Potosina, con la introducción de nuevas materias que no forman parte de su tradición constructiva.
El procedimiento consistió en colocar un dispositivo HOBO en cada vivienda seleccionada y se monitoreó la temperatura tanto interior como exterior; el tiempo de monitoreo fue de un año. La temperatura de confort se calculó de acuerdo con la fórmula Tn = 17,3 + 031 To. Para determinar la zona de confort se consideró un valor de 3,5 °C. El HOBO se sujetó a la estructura de la parte alta de la vivienda, a aproximadamente dos metros de altura; esto nos permitió realizar el monitoreo de la temperatura en la parte interior.
Las unidades de análisis se seleccionaron según las características y diferentes tipologías de las viviendas analizadas que forman parte de la zona teenek del Municipio de Ciudad Valles, localidad que pertenece a la microrregión norte de la Huasteca Potosina.
En la comunidad de La Lima, ubicada a 14 km de la cabecera municipal de Ciudad Valles, se instaló un dispositivo HOBO para monitorear la temperatura exterior. Allí se identificaron cuatro tipologías de vivienda: tradicional, híbrida, vivienda sustituida 1 y vivienda sustituida 2. Los datos del monitoreo son los siguientes:
– Vivienda sustituida 2: compuesta por materiales completamente industrializados, longitud de 99°05’58,36”, latitud de 21°55’26,55” y altitud de 120 m.
Los resultados del monitoreo muestran las características del comportamiento ambiental de cada vivienda en dos temporadas: la temporada cálida y la temporada fría (véase la tabla 1). En la temporada cálida, la temperatura exterior máxima registrada fue de 40,8 °C; en el interior de las viviendas, la temperatura máxima se registró en la vivienda sustituida 2, que alcanzó 42,5 °C; en cambio, la vivienda híbrida registró como máximo 39,1 °C. La oscilación térmica de la temporada se estableció en 12,3 °C; por lo tanto, la máxima oscilación térmica se registra en la vivienda sustituida 1 con 8,7 °C; mientras que una oscilación térmica mínima se registró en la vivienda híbrida con 7,6 °C. La temperatura de confort determinada para esta temporada fue de 27,5 °C. En su promedio mensual, todas las viviendas monitoreadas se mantienen muy por encima de la zona de confort.
En la temporada fría, la temperatura exterior mínima registrada fue de
9,3 °C; la vivienda sustituida 1 llegó en su interior una mínima de 11,0 °C, mientras que la vivienda tradicional alcanzó 12,1 °C. La oscilación térmica de la temporada se estableció en 7,9 °C; por lo tanto, la mínima oscilación térmica se registró en la vivienda sustituida 1 con 6,9 °C; asimismo, se registró una oscilación térmica mínima en la vivienda híbrida y en la vivienda tradicional con 5,0 °C. La temperatura de confort determinada para esta temporada fue de 21,0 °C. En su promedio mensual, todas las viviendas monitoreadas se mantienen muy por encima de la zona de confort.
Según los resultados del monitoreo realizado en el 2019, el día más cálido fue el 23 de agosto, con una temperatura máxima ambiente de 40,8 °C en el exterior y la temperatura más alta se registró en la vivienda sustituida 2, con una temperatura máxima extrema interior de 42,5 °C. A su vez, la oscilación más baja en el interior se produjo en la vivienda híbrida con 7,6 °C durante la temporada cálida (véase la figura 11).
La temperatura ambiente del día más frío se registró el 13 de noviembre del 2019, con una temperatura mínima extrema de 9,3 °C. La vivienda sustituida 1 registra una temperatura mínima extrema interior de 11,0 °C, la más baja; por su parte, la oscilación más baja se obtuvo en la vivienda híbrida y tradicional con 5,0 °C durante la temporada fría (véase la figura 12).
La siguiente comunidad en donde se analizaron las viviendas fue en Rancho Nuevo. Esta comunidad se encuentra ubicada a 14 km de la cabecera municipal del Municipio de Ciudad Valles. Allí se analizaron las siguientes tipologías de vivienda:
– Vivienda sustituida 2: compuesta por materiales industriales en su totalidad; sus datos geohidrológicos son los siguientes: longitud de 99°05’56,36”, latitud de 21°55’26,55” y una altitud de 129 m.
Los resultados del monitoreo muestran las características del comportamiento ambiental de cada vivienda en dos temporadas: la temporada cálida y la temporada fría (véase la tabla 2). En la temporada cálida, la temperatura exterior máxima registrada fue de 40,8 °C; en el interior de las viviendas, la temperatura máxima se registró en la vivienda sustituida 2 con 42,5 °C, mientras que la vivienda tradicional alcanzó 39,7 °C. La oscilación térmica de la temporada se estableció en 12,3 °C; por lo tanto, la máxima oscilación térmica se registró en la vivienda sustituida 1 con 10,3 °C, y una oscilación térmica mínima se registró en la vivienda híbrida con 7,6 °C. La temperatura
de confort determinada para esta temporada fue de 27,5 °C. En su promedio mensual, todas las viviendas monitoreadas se mantienen muy por encima de la zona de confort.
En la temporada fría, la temperatura exterior mínima registrada fue de 9,3 °C. La vivienda híbrida registró en su interior una mínima de 15,6 °C, mientras que la vivienda sustituida 2 registró 16,2 °C. La oscilación térmica de la temporada se estableció en 7,9 °C; por lo tanto, la mínima oscilación térmica se registró en la vivienda híbrida con 5,4 °C y una oscilación térmica mínima se registró en la vivienda tradicional con 5,6 °C. La temperatura de confort determinada para esta temporada fue de 21,0 °C. En su promedio mensual, todas las viviendas monitoreadas se mantienen muy por encima de la zona de confort.
Mediante el análisis de los resultados del monitoreo recabado en el 2019, el día más cálido fue el 23 de agosto, con una temperatura ambiente máxima extrema de 40,8 °C, y la temperatura interior más alta registrada para la vivienda sustituida 2 fue de una máxima extrema de 42,5 °C; a su vez, la oscilación más baja se registró en la vivienda híbrida con 7,6 °C durante la temporada cálida (véase la figura 13).
La temperatura del día más frío se detectó el 13 de noviembre del 2019, con un mínimo extremo de 9,3 °C. La vivienda tradicional registra una temperatura interior mínima extrema de 16,0 °C como la más baja. Además, la oscilación más baja se registró en la vivienda híbrida con 5,4 °C durante la temporada fría (véase la figura 14).
La siguiente comunidad en la cual se realizaron los monitoreos fue en La Subida, perteneciente a la zona teenek del Municipio de Ciudad Valles. Esta localidad se encuentra a 14 km de la cabecera municipal del municipio antes mencionado.
Los resultados del monitoreo muestran las características del comportamiento ambiental de cada vivienda en dos temporadas: la temporada cálida y la temporada fría (véase la tabla 3). En la temporada cálida, la temperatura exterior máxima registrada fue de 40,8 °C. La vivienda sustituida 2 registró en su interior una máxima de 42,5 °C, mientras que la vivienda tradicional registró 39,7 °C. La oscilación térmica de la temporada se estableció en
12,3 °C; por lo tanto, la máxima oscilación térmica se registra en la vivienda sustituida 1 con 10,3 °C, y una oscilación térmica mínima se registró en la vivienda tradicional con 8,7 °C. La temperatura de confort determinada para esta temporada fue de 27,5 °C. En su promedio mensual, todas las viviendas monitoreadas se mantienen muy por encima de la zona de confort.
En la temporada fría, la temperatura exterior mínima registrada fue de 9,3 °C. La vivienda sustituida 1 registró en su interior una mínima de 10,9 °C, mientras que la vivienda sustituida 2 registró 12,7 °C. La oscilación térmica de la temporada se estableció en 7,9 °C; por lo tanto, la mínima oscilación térmica se registra en la vivienda tradicional con 5,3 °C, y una oscilación térmica mínima se registró en la vivienda sustituida 2 con 6,1 °C. La temperatura de confort determinada para esta temporada fue de 21,0 °C. En su promedio mensual, todas las viviendas monitoreadas se mantienen muy por encima de la zona de confort.
A partir de los resultados del monitoreo registrados en el 2019, se determinó que el día más cálido fue el 23 de agosto, con una temperatura ambiente máxima de 40,8 °C. La temperatura más alta se registró en la vivienda sustituida 2, con una temperatura máxima extrema interior de 42,5 °C. Asimismo, la oscilación más baja se registró en la vivienda tradicional con 8,7 °C durante la temporada cálida (véase la figura 15).
La temperatura del día más frío se detectó el 13 de noviembre del 2019, con una mínima extrema de 9,3 °C. La vivienda tradicional registra una temperatura mínima extrema de 11,0 °C como la más baja. Asimismo, la oscilación más baja se registró en la vivienda tradicional con 5,0 °C durante la temporada fría (véase la figura 16).
Como parte de esta investigación, también se analiza el comportamiento térmico de los materiales, con el objetivo de conocer cuáles de ellos con sus características resultan más favorables en la construcción de la vivienda rural en la Huasteca Potosina. La tabla 4 muestra datos térmicos de los materiales.
Según la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural (SMIE, 2019), el calor se propaga a través de los materiales por diferentes medios o formas. Cada uno de ellos se calienta a diferentes velocidades y retiene el calor en función de sus características, por lo que cada uno tendrá diferentes temperaturas. Las formas de transmisión o propagación de calor se llevan a efecto por los siguientes fenómenos:
– Radiación. Es la propagación del calor en forma de radiaciones, de ondas electromagnéticas. Se propaga en línea recta a través de todos los medios. La radiación solar llega a la tierra y calienta los cuerpos, los cuales la reirradian. La radiación solar es de onda corta y la radiación de los cuerpos calientes es de onda larga.
Como lo mencionamos anteriormente, los materiales los clasificamos en dos tipos: naturales e industriales. Asimismo, de acuerdo con la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural, son cuatro los indicadores que permiten determinar el comportamiento térmico de los materiales: la resistencia térmica, la transmitancia o coeficiente global de transferencia de calor, el retraso y el amortiguamiento térmico.
En la transferencia de calor se tiene un potencial y una resistencia. El flujo del calor es proporcional a una diferencia de temperaturas; esta diferencia es la transferencia de calor. En otros términos, la resistencia térmica representa la capacidad de un sólido o fluido para evitar el flujo de calor a través de la misma. Y la calcularemos con la siguiente fórmula:
Rk = L / k
Donde L es el espesor del material y k es la conductividad térmica del material.
No siempre los sistemas están sujetos a resistencias térmicas conductivas únicamente. Por ejemplo, en un muro expuesto al ambiente, la transferencia de calor se da entre el aire exterior y el espacio interior; está sujeto a una resistencia convectiva del exterior, la resistencia conductiva propia del material y la resistencia convectiva del interior. Esto se debe a que en cada lado del muro existe una película de aire que opone una resistencia térmica, en el exterior, antes de que la conducción se lleve a cabo, y en el interior, antes de que el calor sea transferido al aire del espacio.
Uno de los principales objetivos de esta investigación es conocer el comportamiento térmico de los materiales que forman parte de la tradición constructiva de la vivienda rural en la Huasteca Potosina. Es por eso que se tuvo la necesidad de conocer ciertas características de estos materiales.
Con base en el análisis realizado para la identificación de las diferentes tipologías de vivienda rural que se encuentran en la zona teenek de la Huasteca Potosina, se llegó a la conclusión de que se sigue manteniendo esa tradición constructiva: los materiales propios de la región y las técnicas que se han utilizado durante años; sin embargo, y debido a diferentes situaciones y factores, se están adoptando otras técnicas constructivas, así como materiales industrializados y una nueva distribución en los espacios.
La vivienda tradicional es utilizada principalmente para cocinar y comer; y la híbrida, para dormir y cocinar. La vivienda sustituida, cuyos espacios interiores están divididos en su mayoría por muros de block o de otate, se utiliza para dormir, cocinar y realizar las necesidades de limpieza personal.
Según Lárraga Lara (2014), la naturaleza ofrece todos los materiales que la gente del campo necesita para la construcción de sus viviendas y es pródiga en cuanto a su variedad, abundancia y calidad. Aunque la naturaleza no es la única que provee de materiales, de modo que también podemos encontrar materiales industrializados.
De este modo, concluimos que, de acuerdo con el resultado del análisis de datos, la tipología de vivienda rural en la Huasteca Potosina está presentando un hibridismo. Esto se define como la combinación de materiales naturales e industrializados; además, se tiene la vivienda tradicional como un espacio compuesto en su totalidad por materiales naturales, con lo cual podemos concluir que aún se sigue conservando la tradición constructiva de la vivienda rural.
En cuanto a la calidad de los materiales, no solo depende de la naturaleza, sino también de cómo se maneje el material, de la técnica y uso que se le dé. Esto lo podemos observar en el caso de la palma, que es uno de los materiales utilizados en la cubierta; este componente tiene una duración de entre diez y quince años, a diferencia de materiales como la lámina y el concreto, que tienen una duración más larga. Además, la hoja de palma resulta ser un muy buen aislante térmico.
Los sistemas constructivos tradicionales con materiales de la región son sustituidos por tabicón, concreto y prefabricados, ya que son considerados como símbolo de modernidad y progreso. Este es uno de los principales factores que han afectado a la tradición constructiva de la vivienda rural huasteca: el considerar que los materiales industriales son mejores que los materiales naturales. Como sabemos, los materiales de construcción tienen diferentes propiedades físicas y, en cuanto a su comportamiento térmico, funcionan de acuerdo con la temporada, ya sea fría o cálida, en la zona teenek del Municipio de Ciudad Valles, San Luis Potosí.
Referencias
Alcántara Lomelí, A., y Gómez Amador, A. (2015). Desempeño ambiental de la tradición constructiva rural de Colima. En A. Gómez Amador y A. Alcántara Lomelí (Coords.), Desempeño ambiental comparado de la tradición constructiva de Colima (pp. 177-216). Universidad de Colima.
Boils, G. (2003). Las viviendas en el ámbito rural. Cultura, Estadística y Geografía, 23, 42-53.
Coronado Ruiz, J. A. (2011). Hábitat rural y hábitat autónomo: nuevos escenarios hacia una nueva ruralidad. Revista de la Universidad de La Salle, 55, 99-114.
Cuerpo Académico de Hábitat Sustentable. (2019). Desempeño ambiental de la vivienda rural, microrregión Huasteca Norte, San Luis Potosí. CONACYT; Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Lárraga Lara, R. (2014). Caracterización multidimensional de la vivienda tradicional en la Huasteca Potosina. Revista Caribeña de Ciencias Sociales, 8. https://www.eumed.net/rev/caribe/2014/08/caracterizacion-multidimensional.html
Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural, A. C. (2019). https://www.smie.org.mx/
Torres Reyna, J. C. (2010). Arquitectura y etnobotánica de la vivienda rural Xi’iuy en La Palma, San Luis Potosí [Tesis de maestría; Universidad Autónoma de San Luis Potosí]. Repositorio Institucional - Universidad Autónoma de San Luis Potosí.